Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, compuesta principalmente por ciudadanos nigerianos.

La operación se saldó con la detención de cuatro personas en Madrid, dos en Tarragona y una en La Coruña. Durante la investigación se ha logrado la liberación de 12 víctimas, entre las que se encuentra una menor de edad y otra que fue traída a España en el año 2010 cuando aún contaba con 17 años, informaron ayer en rueda de prensa la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el jefe Superior de Policía, Alfonso Fernández Díez y el comisario segundo jefe de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de Madrid, Santos Catalina.

La investigación se inició durante el mes de julio del año pasado a partir de informaciones obtenidas tras desarticular otra organización similar, en la que fueron detenidas diez personas y se liberó a cuatro víctimas. Tras varias gestiones llevadas a cabo, la policía pudo conocer que el principal cabecilla de la organización tenía establecido su centro de mando en un domicilio ubicado en el distrito madrileño de Moratalaz.

El cabecilla, al que llamaban Mister Bush o Tito Godwin, manejaba mucho dinero y dentro de su localidad nigeriana «movía muy bien los hilos» para captar a las chicas, detalló Fernández Díez. En Madrid quizá se dedicaba a otra actividad paralela legal, aunque contaba con numerosos antecedentes de inmigración ilegal y falsificación.

Después se comprobó que ese individuo realizaba múltiples viajes al año a Nigeria, donde realizaba captaciones de mujeres jóvenes mediante falsas ofertas de trabajo en Europa o, en el caso de ser menores de edad, para realizar estudios en España.

Una vez que accedían al ofrecimiento de trasladarse a Europa en busca de una vida mejor, eran obligadas a formalizar un contrato o a practicar un ritual vudú ante un brujo, donde se comprometían a ser siempre obedientes, a devolver el dinero que costara su traslado y sobre todo a no acudir nunca a la Policía para denunciar su situación.

Además, se ha podido comprobar que la red disponía de una amplia infraestructura en Madrid, Córdoba, Málaga, Tarragona, La Coruña e incluso Suiza, donde las mujeres eran explotadas sexualmente, principalmente en clubes de alterne. Una de las víctimas liberadas estaba siendo explotada con tan sólo 15 años.