­Las escuelas de hostelería de La Cónsula y La Fonda vuelven a plantar cara a la Junta de Andalucía y han puesto toda la carne en el asador para denunciar los continuos incumplimentos del Gobierno andaluz, al que acusan de servirse continuamente de excusas para incumplir sus promesas y sus propios plazos. En un caso, los alumnos han convocado una huelga para protestar por los incumplimientos de la Consejería de Educación. En el otro, los profesores, que siguen sin cobrar a pesar de las promesas recibidas, se manifestaron ayer ante el Edificio Negro y la sede de Turismo Andaluz, donde el consejero Luciano Alonso ofrecía una rueda de prensa sobre la participación de Andalucía en la ITB de Berlín.

Según ha podido saber este periódico, los alumnos de escuela de Churriana, que hicieron en la mañana de ayer un plante, preparan una serie de movilizaciones con la intención de «hacer ruido» para dar a conocer los «múltiples problemas que viene arrastrando La Cónsula». El curso comenzó con retraso, el pasado 7 de enero finalmente. Pero no lo hizo con normalidad. A la falta de limpieza en el centro, debido al despido de siete trabajadores durante las pasadas vacaciones de Navidad, se une también, según explican los alumnos, la falta de clases teóricas. Ni práctica ni teoría. El vaso de la paciencia de los estudiantes ha colmado.

En La Cónsula hay 88 estudiantes afectados, tanto de primer como de segundo curso. «No podemos entrar en las cocinas, no se compra el género que haría falta para impartir las clases y las instalaciones están averiadas», añaden.

El problema de La Fonda afecta al personal laboral. Los doce profesores que dan clases en la escuela de hostelería de Benalmádena siguen sin cobrar. La situación es igual a la de hace dos semanas, cuando llegaron a protagonizar un encierro reivindicativo. Según Carmen Sánchez, portavoz de los trabajadores, la Junta sigue prorrogando el ingreso. «Siempre falta un papel, un documento, una factura... Es la excusa recurrente y ya no podemos más», destaca.

Cuando termine el mes de febrero, la Junta les deberá a estos trabajadores las diez últimas nónimas. La última vez que cobraron fue en julio. Por eso han retomado las movilizaciones después de comprobar cómo las promesas de la Junta han vuelto a caer en saco roto. Y se manifestaron esta mañana ante la sede de la Delegación Territorial de Educación y ante la sede de Turismo Andaluz, donde se encontraba Luciano Alonso.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, destacó ayer la importancia que para el sector turístico de la provincia tienen las escuelas de hostelería. Por ello, dijo que al consejero andaluz de Educación «le deben preocupar todas por igual» y le exigió «seriedad, compromiso y capacidad».

«La Junta de Andalucía debe resolver un tema con el que no se puede jugar y que tenía que haber estado resuelto hace ya meses», indicó. «No podemos jugar con la principal industria de nuestra tierra», añadió.