La cofradía del Cautivo ha quedado en un limbo legal. La abrupta suspensión del cabildo de hermanos que se celebraba el lunes por la noche ha dejado a la hermandad sin presupuesto para este año y sin tener aprobada la salida procesional del próximo Lunes Santo. Esta situación deja bloqueada la actuación de la hermandad hasta que se convoque un nuevo cabildo o el Obispado tome cartas en este problema. Ya se empieza a hablar de la posibilidad de que se produzca una intervención, algo que el actual hermano mayor, Juan Bautista, anunció incluso durante el cabildo suspendido.

El conato de pelea, los insultos y la presencia de la Policía Nacional al final del cabildo de hermanos han dejado un mal sabor de boca entre los cofrades, pero sobre todo la sensación de la inminencia de una intervención del Obispado para poner orden en una cofradía profundamente fracturada y que vive en una situación de interinidad desde que el anterior hermano mayor, Juan Partal, fuera obligado a dimitir por el enfrentamiento entre hermanos.

El Obispado ya valora la posibilidad de actuar en la hermandad con más contundencia. Por lo pronto, el delegado de hermandades, Antonio Coronado, llamó a consultas a los responsables de la hermandad y los implicados en el conflicto. La idea es conocer de primera mano la situación interna de la hermandad antes de tomar una determinación definitiva.

No obstante, entre los distintos responsables de la cofradía se empieza a especular con más fuerza sobre la posibilidad de una intervención del Obispado que ponga orden interno. El propio Bautista ya anunció que había solicitado esta medida, pero con idea de quedarse al frente de la entidad durante cuatro años.

En cambio, los movimientos parece que van hacia otro lado, teniendo en cuenta la actuación habitual del Obispado, que suele optar por poner un comisario externo ante este tipo de conflictos. De hecho, eso ya ocurrió en la cofradía de las Penas el pasado enero por un problema de gestión del censo en las elecciones, que fueron suspendidas.

Bloqueo. El principal problema al que se enfrenta la hermandad es el resolver el limbo jurídico al que se enfrenta por la falta de presupuesto para 2015. El cabildo se suspendió mientras se votaban las cuentas para el ejercicio y después de que uno de los hermanos llamara «sinvergüenza» al hermano mayor.

Esa suspensión deja en el aire la previsión de gastos del Cautivo, incluido el desembolso necesario para poner en marcha la procesión del Lunes Santo. Es más, aunque se pudo votar la salida procesional, tal y como marcan los estatutos, al suspenderse el cabildo este acuerdo se consideraría nulo.

La suspensión del lunes por la noche es un capítulo más de la fuerte división interna en la hermandad que se lleva arrastrando desde hace casi dos años y que Juan Bautista no ha sabido gestionar ni aplacar desde que en noviembre asumió el puesto de hermano mayor.