La de este jueves fue una ceremonia de cara a la galería y con ciertos tintes preelectorales. El Ayuntamiento no podrá ceder realmente los suelos para la academia al Málaga hasta que el plan especial de Arraijanal cumpla su último requisito oficial: esto es, que sea publicado y conste en el Boletín oficial de la Junta de Andalucía (Boja).

Este último paso no se prevé hasta después de Semana Santa. Como quiera que para esos días ya estará en vigor la prohibición legal de cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, los estrategas de la campaña electoral del alcalde se inventaron -dentro de la única semana en la que es posible alardear de logros políticos- el acto de ayer, que no es más que un protocolo de intenciones que sólo tendrá validez cuando el plan especial de Arraijanal esté publicado en el Boja. Pero mientras esto llega, ahí está la foto del primer edil de la ciudad firmando la cesión de los suelos de La Academia del Málaga CF, un Málaga que ha puesto sus mejores intenciones y una actitud irreprochable.