­La Junta y el Ayuntamiento de Málaga dilucidan estos días en el tablero político una nueva partida con el metro como protagonista. Las jugadas de una y otra parte cobran especial importancia dada la proximidad de las elecciones municipales.

Si estos días atrás era el Ayuntamiento y el alcalde los que ponían a prueba la resistencia política de la Junta insinuado maniobras de dilación en el inicio de las obras del metro en la Alameda, ayer era la administración autónoma la que trataba de forzar la situación anunciado la adjudicación de los trabajos de asistencia técnica para el tramo de esas obras. Realizado este trámite, obligan así al alcalde a definirse acerca de cuándo comenzar.

En concreto, la Consejería de Fomento y Vivienda anunció ayer la adjudicación por 1,44 millones de euros del contrato de asistencia técnica para las obras del metro en su tramo entre Guadalmedina y Atarazanas, que discurrirá de forma soterrada por el centro histórico de la capital. El tramo Guadalmedina-Atarazana tiene 295 metros de longitud lineal, que se desarrollará íntegramente de forma subterránea, y consta de una única estación, denominada Atarazanas, ubicada en la intersección entre la calle Torregorda y la Alameda Principal. La localización de dicha estación esta concebida para garantizar el acceso al centro histórico de Málaga, uno de los principales focos de atracción de demanda en la movilidad de la capital.

La oferta presentada por Ayesa es para desarrollar la asistencia técnica de la obra principal, cuyo contrato se firmó el pasado 24 de marzo con la UTE Acciona-Sando, a la vez que dará soporte técnico a la Agencia de Obra Pública en el seguimiento del desarrollo de la obra, informó el Gobierno andaluz.

Las actividades consistirán en la verificación de la calidad y alcance de los medios técnicos y humanos empleados por la constructora, así como el desarrollo de las labores específicas de control de calidad en lo concerniente a los materiales y unidades de obra, mediante ensayos de laboratorio, así como la supervisión del cumplimiento de las condiciones de seguridad y salud laboral durante la construcción de este tramo.

Las obras en sí de este tramo concitan especial importancia al tratarse del ramal más complejo y con mayores afectaciones a la vida de la ciudad. No en vano se calcula que más de 30.000 conductores tendrán que tomar desvíos alternativos cada día mientras duran las obras de ejecución de este tramo del metro hasta la Alameda. Son las previsiones que maneja la Junta de Andalucía y la empresa concesionaria del metro.

Está a su vez la preocupación por el cumplimiento de los plazos. Según explicó el delegado de Fomento en Málaga, Francisco Fernández España, para cumplir el calendario de obras debatido y aprobado y los acuerdos con la Agrupación de Cofradías, «necesitamos empezar ya y para eso necesitamos las autorizaciones del área de Movilidad para iniciar esos trabajos previos de desvíos de tráfico».

Mientras tanto, el alcalde insistió ayer en que el Consistorio ya ha recibido de la Junta el estudio sobre las obras en la Alameda Principal y repitió que lo «estamos estudiando» para emitir una respuesta «en el plazo más breve posible».

De la Torre destacó que el proceso se hará «en una línea de absoluta responsabilidad y de colaboración institucional», afirmando que esa responsabilidad «significa tratar de que las obras se hagan procurando la menor afectación a la ciudad», y que «la colaboración institucional consiste en procurar que se tarde lo menos posible en dar esa respuesta». Pero hay que estudiarlo, agregó.