­Vuelve la actividad política de altos vuelos a la provincia. Después de días de una calma aparentemente falsa, el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, ya dejó claro al inicio de su discurso que hablar de arranque de algo podría dar lugar a confusiones cuando, en realidad, la incesante actividad entre los populares no ha parado nunca, salvo los contados días de rigor.

«Más unidos que nunca», según Bendodo, el PP-A se fue ayer a los Montes de Málaga. Con todo lo que conlleva el paso de los céntricos hoteles hacia un escenario rural. De los fríos salones, donde uno parece hablarle a las paredes, a una venta sencilla y con un paisaje encantador, donde el votante de a pie acude los domingos para divagar y comerse un arroz caldoso. La cercanía no sólo se promueve, también se trata de comercializarla bien y, llegados a ese punto, pocas cosas hay más cercanas al pueblo que un plato de huevos fritos con patatas.

El PP-A, arropado por una militancia llegada de todos los rincones de la geografía andaluza y varios estiletes del partido, entre ellos Celia Villalobos y Juan Ignacio Zoido, escenificó ayer el inicio de un nuevo curso político que afronta ya de manera insoslayable las próximas elecciones generales del mes de diciembre. Bajo el mando del presidente regional, Juanma Moreno, el presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo, y el nuevo y flamante vicepresidente de Comunicación del partido, Pablo Casado, se dibujó ayer lo que será a todas luces la base de campaña para las próximas elecciones generales del PP: la reivindicación de una estabilidad política y la vuelta al crecimiento económico para un país, que bajo el gobierno popular ha logrado pasar de la preocupación a estar en la vanguardia, frente a un escenario incierto, cercano al abismo griego, y con el PSOE de Pedro Sánchez ejerciendo de presidente gracias al apoyo de una izquierda radicalizada.

Con una efusividad aplastante y como ya hicieran recientemente los dirigentes nacionales del partido, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, aseguró que España se encuentra ante el viacrucis de afrontar nada menos que los comicios «más importantes en la historia desde la transición». Ante la posibilidad de un giro político en el mes de diciembre, Moreno se anticipó al futuro, que es donde los líderes barren para casa y se crea el mensaje de los fantasmas. «¿Alguien duda de que Pedro Sánchez pactará con Podemos, con Izquierda Unida, con Esquerra Republicana y con quien sea para llegar a la Moncloa?», se preguntó Moreno apoyado en la experiencia de los pactos postelectorales de las elecciones municipales de mayo.

Frente al posible cambio de foto en Moncloa, el presidente del PP-A aludió a «las terribles consecuencias económicas, sociales y políticas que puede acarrear un gobierno de coaliciones de izquierda sin proyecto, sin programa y sin capacidad de gestión». Rodeado de varios presidentes de provincia, Moreno también avanzó en su habitual crítica a la Junta de Andalucía, a la que culpó de haberse sumido en el «letargo» y en la búsqueda por «titulares populistas».

Consolidar el cambio

A sus pocos meses de actividad en su nuevo puesto, Pablo Casado acudió ayer a Málaga por primera vez en condición de vicesecretario de Comunicación. Fue presentado como «el fichaje estrella de Mariano Rajoy» por Moreno y confirmó la importancia que ha tenido La Sexta en el ejercicio del traslado del mensaje político. Joven y con más dulzura en todos los aspectos que su antecesor en el cargo, Carlos Floriano, se manejó en ideas parecidas a las de Moreno. Sin necesidad de matices, consideró al PSOE como «izquierda radical» y tachó a Pedro Sánchez como la muleta de Podemos. Anhelando un proyecto seguidista y ante un difícil encaje del PP en futuribles escenarios de pacto, Casado recalcó la obligación de «ganar ampliamente» en las elecciones generales para «intentar que otros vez todos juntos intenten apear a la opción mayoritaria». El vicesecretario de Comunicación defendió, también, los presupuestos generales presentados por el PP, en el que se ha puesto, a su juicio, todo el peso en el «aspecto social».

El acto, que fue inaugurado por el presidente del PP malagueño, Elías Bendodo, finalizó con un almuerzo conjunto entre la familia popular que, a juzgar por lo dicho, se repetirá el año que viene.