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Tribunales

Condenan al SAS a pagar a la familia de una joven fallecida en 2007

El juez reconoce un "mala praxis" en el diagnóstico y estima una indemnización de 172.812 euros a los familiares

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Málaga ha estimado parcialmente la demanda interpuesta por los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente en Málaga, reconociendo una indemnización de 172.812 euros para los familiares de una joven fallecida tras una «mala praxis en cuanto al diagnóstico», ya que se le dijo que sufría ansiedad cuando presentaba una hemorragia interna. Así lo indicó la asociación en un comunicado y consta en la sentencia. La paciente, de 34 años, acudió al servicio de Urgencias del Hospital Regional de Málaga el 1 de junio de 2007, con dolor abdominal, náuseas y vómitos desde hacía varias horas, ingresando en urgencias sobre las 21.15 horas.

La mujer tenía un bypass gástrico desde hacía cuatro años, de lo que se informó al facultativo que la examinó, pidiendo que acudiera el especialista que la intervino, que ya la había atendido otras veces en urgencias. Estando en el hospital, continuaron los vómitos y le inyectaron un calmante, realizándole una radiografía abdominal que se informa «sin hallazgos significativos», según la información adelantada ayer por Sur. Debido a que el dolor permanecía le volvieron a inyectar un calmante y al manifestar agarrotamiento de las extremidades, fue examinada por un cirujano «quien le dice que no le pasa nada y que tiene un ataque de nervios», por lo que le inyecta otra sustancia que se desconoce.

A pesar de que el dolor que padecía «iba en aumento e incluso se quejaba de ardor en los riñones», se le comunicó a su familia que ya podían marcharse y que lo mejor era que se relajara en casa. Sobre las 01.30 horas ya del día 2 de junio, se le inyectó un calmante, encontrándose la paciente con un gran malestar en los riñones, «a pesar de lo cual se le dio el alta». Una vez en su domicilio, toma el tratamiento prescrito, pero notó un gran mareo y sufre un desvanecimiento, por lo que su marido pide una ambulancia al hospital, comentando la urgencia de la situación. «Tras casi media hora y volver a llamar al hospital, se presenta una ambulancia con tan sólo el conductor y sin ningún facultativo», quien al ver el estado de la paciente llama al 061, acudiendo en pocos minutos una ambulancia con tres médicos que «tras intentar tareas de reanimación nada pudieron hacer para salvarle la vida».

En la autopsia se informa de que «se puede considerar como causa inmediata de la muerte, shock hipovolémico por hemorragia intestinal aguda». Tras el envío de las muestras al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el diagnóstico fue «de necrosis hemorrágica aguda» en el intestino.

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