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Balance de 2015

La Fiscalía constata un gran aumento de las agresiones sexuales y las violaciones

La coordinadora del IAM afirma que sólo el 20% de las mujeres denuncian estos hechos y asegura que hay un auge de estos episodios en las primeras citas

La Fiscalía constata un gran aumento de las agresiones sexuales y las violacionesL. O.

­ «No es no». Ese fue el eslogan de la campaña municipal que trató de prevenir, durante la Feria de Málaga del pasado agosto, episodios de violencia sexual sobre las mujeres. En las fiestas no hubo que lamentar ningún suceso de este tipo, pero lo cierto es que los datos de la Fiscalía General del Estado respecto a la provincia corroboran la necesidad de lanzar aquella iniciativa publicitaria, porque el aumento de las violaciones y de las agresiones sexuales en la provincia a lo largo de 2015 fue sencillamente espectacular.

Así, según los datos del ministerio público, los juzgados malagueños abrieron en 2015 369 diligencias previas por agresiones sexuales frente a las 217 de 2014, lo que supone un crecimiento del 70,8%; en cuanto a las violaciones, el aumento es del 185,7%, desde los siete casos de 2014 a los 20 de 2015. En general, los delitos que se agrupan bajo el epígrafe «contra la libertad sexual» han subido un 32,9%, aunque caen los abusos, los abusos con acceso carnal, los ilícitos de exhibicionismo (-42,3%) o la prostitución de menores de edad.

Aún se denuncia poco. La mayor parte de las víctimas de las agresiones sexuales y las violaciones son mujeres. Por eso, este periódico quiso conocer la opinión de la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Rosa del Mar Rodríguez, quien señala: «Por un lado, esto es una señal de que poco a poco esas denuncias salen a la luz y afloran estos casos, porque en temas de violencia sexual tenemos un problema muy parecido a lo que nos ocurre con la violencia de género, que es la no denuncia». Rodríguez asegura que se denuncia «sólo el 20% de lo ocurre, pero gracias a la labor de concienciación que se está realizando en los colegios y en otras instituciones se empieza a dar el paso de presentar una denuncia» ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El IAM tiene un programa específico para ayudar a las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual y, según aclara Rodríguez, «los expertos comprueban que hay mujeres que no quieren denunciar; continúa siendo un tabú, porque una parte de la sociedad pone el foco en la mujer, todavía oímos cosas del tipo ‘es que claro, a las cinco de la mañana no puede estar en la calle’ o ‘llevaba una falda tan corta’. La sociedad debe madurar, porque el foco no se debe poner en la mujer, sino en el agresor, porque si no la afectada piensa en ello y no da el paso de denunciar».

Programa de ayuda. En el programa específico con el que se aborda este tipo de situaciones, un abogado ofrece asesoramiento legal a la víctima, la acompaña a interponer la denuncia, le da asistencia letrada y actúa como acusación particular, de forma que durante la instrucción solicita las diferentes medidas de alejamiento -u otras más duras como la cárcel preventiva- e interviene en el juicio. Además, un psicólogo le ofrece terapia individual y grupal, la refuerza durante el proceso de denunciar y la instrucción del asunto y la apoya emocionalmente. «Este suele ser un camino muy duro», dice la coordinadora provincial del IAM.

Rodríguez insiste en que no hay una buena formación de género en la sociedad, aunque sí reconoce que cada vez hay más conciencia en todos los ámbitos, tanto entre los abogados como entre los jueces, fiscales y policías. «Hemos de avanzar, si no se crea un clima que hace que la víctima se lo piensa mucho a la hora de dar el paso», aclara. «Aquí hemos escuchado cosas como ‘no me van a creer, quién va a creer que eso lo ha hecho mi jefe’. Muchas veces, en los delitos sexuales parece que se pone en duda la palabra de la víctima», añade.

Cuidado con las primeras citas. Ahora, agrega la coordinadora provincial, se están detectando casos de violaciones en la primera cita. «Son casos en los que una mujer queda de forma voluntaria con un amigo, un compañero de trabajo o con alguien que ha conocido a través de las redes sociales. Durante el encuentro, la situación va a más y luego se produce una agresión sexual. La cita se produce de forma voluntaria, pero en un momento la mujer dice no. Parece que porque yo he acudido a la cita voluntariamente pues se supone que hay carta blanca para llegar hasta donde quiera el hombre», explica Rosa del Mar Rodríguez.

La coordinadora provincial del IAM insiste en que estas mujeres consideran que nadie las va a creer, parece existir una gran sensación de impunidad. «Siempre me gusta recordar que para que haya relaciones sexuales consentidas la mujer debe dar su consentimiento de forma clara, inequívoca y firme. Por tomar un café no hay por qué llegar al final».

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