El paro sigue su tónica general de descenso en Málaga y ha bajado por primera vez desde el tercer trimestre de 2009 de la barrera psicológica de los 200.000 desempleados, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer por el INE, aunque la caída en el último año no se debe tanto a la creación de empleo sino a una sensible reducción de las cifras de población en edad y disposición de trabajar. La última oleada de la EPA indica que la provincia ha reducido su cifra de desocupados en 38.000 personas respecto a hace un año y se sitúa al tercer trimestre de 2016 con 198.000 desempleados y una tasa de paro del 25,26% (cuando hace un año rozaba el 29%). El descenso interanual del paro fue el cuarto mayor registrado a nivel provincial en España tras los de Barcelona (68.800), Alicante (39.000) y Sevilla (38.700), y por delante de Madrid y Cádiz (ambos con 37.900).

Por el lado del empleo, sin embargo, la caída del paro se ha traducido en una subida acumulada de sólo 7.100 ocupados en la provincia respecto al tercer trimestre de 2015, lo que sitúa el total en 585.900 (en todo caso, la mejor cifra en la provincia desde 2008). El resto de la reducción del desempleo se justificaría así en el descenso de la población activa en Málaga (la suma de los que trabajan y de lo que, aunque no tienen empleo, afirman estar buscándolo), que se reduce en el último año en 30.700 personas hasta los 783.900. Esta bajada puede tener su explicación y correspondencia, al margen de fenómenos como la emigración, en el incremento de lo que la EPA denomina población inactiva: sube de esta forma la cifra de jubilados (10.500 más que hace un año), de los que estudian (7.500 más) y de las personas que se declaran al cuidado del hogar (6.100 más).

Al margen de todo esto, los datos conocidos ayer reflejan que la tasa de paro en Málaga se sitúa actualmente más de tres puntos por debajo de la andaluza (28,52%), pero algo más de seis por encima de la nacional (18,91%).

El tercer trimestre del año (julio-septiembre), que normalmente es positivo para el empleo por la influencia de la campaña turística veraniega, dejó en Málaga un descenso de 3.500 parados y una subida de 10.600 ocupados en relación al segundo (marzo-junio). No obstante, la evolución del mercado de trabajo no convence a los sindicatos, que critican la precariedad laboral y recuerdan además que en años anteriores la bajada de paro en el tercer trimestre fue mayor (cayó en 9.000 desempleados en 2015 y en 15.000 en 2014).

«La creación de empleo que se concentra en el sector servicios se caracteriza por ser precaria y con alta temporalidad», dijo el secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera. Su homóloga de UGT, Auxiliadora Jiménez, comparte el análisis. «El paro baja en verano y sube en otoño. Este 2016 ha descendido incluso menos que el pasado año. Es un precario modelo económico», dijo. A nivel anual, Herrera alertó también de que el aumento del empleo «es cada vez menos intenso» y que el descenso del paro responde a «una disminución de la población activa, sobre todo de parados que buscan su primer empleo o que llevan más de tres años en el paro». Herrera calificó de «muy mala noticia» que en Málaga caiga la cifra de activos.

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) destacó «en clave favorable» la evolución interanual del empleo, aunque reconoció que las tasas de paro son aún «muy elevadas».

En España, la tasa de paro se situó en el tercer trimestre del año en el 18,91%, es decir, por debajo del 19% por primera vez desde el cierre de 2009, gracias al descenso del número de desempleados, en 253.900 personas. Esta caída dejó el paro en 4.320.800 desempleados, la cifra más baja en siete años, según la EPA. Con el mismo impulso, el empleo se incrementó este trimestre en 226.500 personas, hasta situar la ocupación en cifras de hace cinco años, con un total de 18.527.500 trabajadores.

La diferencia entre la caída de los parados y el incremento de los ocupados se explica en su totalidad por el descenso de la población activa, ya que 27.300 personas (mujeres y extranjeros) dejaron de trabajar o de demandar un empleo.

Y es que el número de mujeres activas disminuyó en 48.700 personas, mientras que el de hombres aumentó en 21.400; diferencias que también se encuentran en función de la nacionalidad, con 24.900 españoles activos más, y 52.200 extranjeros activos menos.

En los últimos doce meses, el empleo creció en 478.800 personas y el paro se redujo en 530.000.

Entre julio y septiembre, el paro disminuyó en todos los sectores, pero en mayor medida en los servicios (102.100 parados menos) por un aumento de la demanda de la actividad turística en el verano, sobre todo hostelería y comercio.

Para el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, estos son datos «positivos» porque la situación en España ha cambiado y mucho desde 2011, con dos millones menos de parados. Una opinión con la que discrepa CCOO, que resaltó el fuerte componente estacional de estos datos, basados en la gran temporada turística, lo que se refleja en que todo el empleo neto creado ha sido temporal. Por su parte, UGT afirmó que el Gobierno «está consolidando el binomio empleo-pobreza».