El BIC Euronova, la incubadora de empresas innovadoras situada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y la más veterana de toda la provincia de Málaga, cumple este mes 25 años de fecunda trayectoria. Más de 380 firmas y 3.700 emprendedores y trabajadores han pasado en este tiempo por sus instalaciones, que han sido cantera de compañías como Aertec, Ingenia o Arelance, hoy entre las más relevantes de la tecnópolis, y de muchas otras que han continuado la exitosa trayectoria fuera del recinto del PTA, como Sequel o ICCS.

El BIC actúa como una especie de colegio mayor donde en lugar de estudiantes conviven jóvenes empresas del campo de la innovación que reciben, durante un plazo que oscila entre un máximo de tres y cinco años, asesoramiento para elaborar el plan de negocio, contactos que les ayudan a buscar los primeros clientes, un espacio de oficinas y salas de junta para celebrar reuniones o mediación para acceder a la financiación. Todo a un precio de alquiler mucho más competitivo que el que podrían encontrar en el mercado. La costumbre es hacer también un desayuno periódico común en el que los veteranos dan la bienvenida a los nuevos emprendedores. Incluso hay un club de antiguos alumnos, el Club Euronova de Empresas innovadoras, en el que participan muchas de las que han pasado y animan a las nuevas que llegan. Al método le avalan sus resultados: la tasa de supervivencia de las empresas que se forjan en esta incubadora ronda el 78%, según explica el director general del BIC Euronova, Álvaro Simón de Blas.

«Aquí se trabaja desde el principio en un entorno real de mercado. Todas las empresas que llegan al BIC tienen su cuenta de resultados y saben que la dura realidad es que deben buscar clientes para poder generar ingresos, aunque nos tienen a su disposición para ayudarles a buscar información y oportunidades de mercado. A cada empresa se le asigna un tutor que los va acompañando en su trayectoria», dice.

Tarifas y modalidades

Desde una media de alrededor de120 euros al mes, un grupo de emprendedores con una idea brillante (y, claro está, también viable), puede instalarse en un oficina del BIC para dar sus primeros pasos con una tutorización completamente profesional. Incluso hay opciones más asequibles como el coworking (en la que por 65 euros mensuales el emprendedor cuenta con una mesa de trabajo en una oficina compartida) o la incubación virtual (en la que la persona trabaja desde casa y sólo paga 50 euros por los servicios). Actualmente hay 44 empresas instaladas en el BIC, más otras 3 en régimen de coworking y unas 25 en incubación virtual. En total, más de 70 empresas con alrededor de 260 personas, entre ellas algunas completamente asentadas y con diversos premios en su trayectoria como Ingelabs (dedicada al mundo de la domótica), Solbyte (servicios informáticos) o Atyges (fabricación de drones).

Simón de Blas admite que la crisis les ha obligado desde 2013 a rebajar las tarifas para adaptarse a la economía de los emprendedores (de una tarifa media de 10 euros por metro cuadrado de oficina al mes se bajó a seis) y mantener el nivel de ocupación. Porque, aunque el BIC ha vivido épocas de ocupación máxima del 100% y lista de espera en la puerta, la recesión rebajó esa tasa al 70%. Ya se ha conseguido remontar algo, y se sitúa en este 2016 en el 87%. El BIC también ofrece la posibilidad a las empresas que acaban los cinco años de periodo máximo de incubación a seguir alojadas en la modalidad de centro de negocios, pero con una subida en las tarifas.

Las personas que llegan al BIC responden principalmente a un doble perfil: por un lado, jóvenes universitarios que tienen claro desde el principio que quieren montar una empresa; por otro, trabajadores de más edad que, tras salir de empresas del sector tecnológico a causa de la crisis, deciden aprovechar su experiencia para poner en marcha su propio negocio. Hay empresas de todos los ámbitos de la innovación, aunque lo que últimamente tiene más tirón es todo lo relacionado con el desarrollo de aplicaciones para móviles y páginas web , las redes sociales y el marketing digital y los servicios para la mejora de la productividad de las compañías. Puede haber empresas que tarden varios meses en hacer la primera venta pero es algo que se considera normal en la fase de rodaje. La mayor parte de las empresas está a cargo de españoles aunque también hay algunos casos de firmas extranjeras.

El asunto de la financiación

Simón de Blas señala que uno de los principales problemas para el emprendedor sigue siendo el acceso a la financiación aunque cree que la situación ha mejorado algo respecto a hace unos años. «Los bancos nunca han entendido del todo el tema de la innovación pero ahora ya están más desarrollados canales alternativos como los business angels o incluso el crowfunding, aunque éste todavía hay que verlo para un futuro. En general, se puede decir que para un proyecto que acredite estabilidad y generación de ingresos siempre va a haber dinero. Para proyectos más pequeños, de autoempleo, es mas complicado», apunta.

Una vía que utiliza el BIC en estos casos es solicitar para sus emprendedores fondos de la línea Enisa, la firma de capital público adscrita al Ministerio de Economía que concede préstamos sin necesidad de garantía y a un interés de Euríbor más 3,25 puntos. La exigencia previa para el emprendedor es que recurra a fondos propios (ahorros, algún préstamo familiar o a la inversión de alguna empresa) para poner un 50% de capital añadido al total que reciba.

La dirección del BIC también trabaja en proyectos como Open Innovation, por el que grandes compañías como Sacyr, Iberdrola o Ferrovial y alguna administración pública pueden acudir a las empresas de la incubadora para algún proyecto relacionado con sus necesidades de innovación.

JEX TECHNOLOGY

Diseño de equipos para el almacenaje de cereal a granel

JEX Technology es una firma especializada en integración de equipos para almacenamiento, transporte y procesado de cereales a granel. Su director, Juan Escobar, afirma que el segmento está repuntando en España por la necesidad de renovar instalaciones debido a la mejora de la industria alimentaria en estos años y el dinero disponible de la UE. La empresa, constituida en 2016 e instalada en el BIC Euronova, diseña e integra sus proyectos con maquinaria de varios fabricantes a nivel mundial. También realizan supervisiones técnicas, direcciones de obra y puesta en marcha de instalaciones industriales. Integrada actualmente por cuatro personas procedentes del campo de la ingeniería industrial, la firma ya ha acometido trabajos en Eslovaquia, Francia y Venezuela y ahora están embarcados en un proyecto en el norte de España para una reconocida marca del sector, otro en Malasia para una fábrica de harina y otro en Chile para una fábrica de piensos. Además, tienen perspectivas en Alemania y en África. «En el proyecto de España vamos a ser también los constructores, por lo que hemos contratado a 16 personas», apunta Escobar. En Málaga están también procurando colaborar con el Puerto para el desarrollo de la futura terminal de graneles. Y para 2017 tienen previsto poner en marcha un producto diseñado por ellos mismos para mejorar procesos en las operaciones más representativas de este sector industrial.

UVI24

Una app de información para urgencias veterinarias

UVI24 ha desarrollado un servicio para ayudar a todas las personas que interaccionan con animales y, en especial, a los dueños de mascotas. La firma ofrece a través de una app móvil información en tiempo real sobre dónde cubrir una urgencia veterinaria las 24 horas del día y trabaja actualmente en 19 provincias españolas, con presencia en la mayor parte de las comunidades autónomas, según explican sus impulsores, Óscar Echeverría Antonio Román y Santiago Villalobos. La app UVI24 (disponible en Android e IOS) permite acceder de forma gratuita a un panel de llamada para urgencias, en el que los usuarios se ponen en contacto con un centro de llamadas (también gratis) que le deriva al centro veterinario especializado más cercano con urgencias 24 horas. «Venimos del mundo del emprendimiento y vimos que éste era un servicio que no existía», comenta Echeverría. UVI 24 trabaja ya con 36 clínicas veterinarias de toda España y su app ha sido descargada desde enero por más de 7.000 usuarios. Sus impulsores aspiran a extender el servicio por toda España e incluso a nivel internacional. La app también cuenta con la funcionalidad «mascota perdida» por la que alguien que haya extraviado a su animal de compañía puede recibir ayuda para encontrarlo de parte de otros usuarios que residan en la zona.

BYE FIlE

Un servicio de destrucción profesional de documentos

Bye File es una empresa malagueña, especializada en la comercialización a nivel nacional de servicios de destrucción confidencial de documentos y archivo digital, así como el traslado y custodia de documentos confidenciales. Su responsable, Antonio Ramírez, afirma que la idea le surgió cuando trabajaba en una consultora fiscal y tuvieron que recurrir a una empresa para la destrucción de documentos. «Al buscarla, me fijé que en España había unas 70 pero en Andalucía sólo tres o cuatro. Vi una oportunidad de negocio y me lancé». afirma. Bye File, con varios años de andadura e instalada en el BIC desde el pasado mes de abril, tiene ya más de 1.000 clientes, de los que unos 60 son del ámbito de la administración y el resto del sector privado. Entre ellos figuran varios hospitales malagueños, la Agencia Tributaria, notarios, consultorías, abogados o registradores de la propiedad. Una vez eliminado el material, y cumpliendo con la normativa de seguridad, se envía al cliente un certificado de destrucción. La firma, que trabaja en el ámbito de la comunidad andaluza, cuenta con cinco personas. Hasta hace poco la mayor parte de su actividad se centraba en el formato papel, pero ya han introducido el servicio de eliminación de discos duros, CD, pendrives o disquetes, comenta Ramírez.