­El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) ha denunciado al Ayuntamiento de Málaga ante la Inspección de Trabajo al entender que las revisiones médicas que se realizan a la plantilla son insuficientes «teniendo en cuenta los riesgos para la salud a los que están expuestos los bomberos». En la denuncia, registrada en la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social el pasado 22 de diciembre, el sindicato expone que la última revisión médica tuvo lugar el año 2013, mientras que la anterior la sitúan en torno a 2008.

El SAB explica en el documento que, a pesar de que el médico de la empresa asegura que la vigilancia sobre los trabajadores se lleva a cabo «con la cadencia adecuada», que están en «consonancia con los riesgos» a los que se exponen los bomberos y que las pruebas «las decide él», la organización sindical prefiere trasladar su inquietud a la Inspección para que sus responsables estudien si esa vigilancia es suficiente o no.

Entre los aspectos que más preocupan a la plantilla se encuentra la limpieza de los trajes de intervención, ya que estos se exponen continuamente a «agentes cancerígenos». Para el sindicato mayoritario de los bomberos es razón suficiente para que los reconocimientos médicos se realicen de forma anual.

Mientras tanto, la plantilla del Real Cuerpo de Bomberos votó ayer en asamblea continuar con el encierro que comenzó hace casi dos semanas en el parque central de Martiricos para denunciar el deterioro que ha sufrido el Servicio de Extinción de Incendios en los últimos años y que ha provocado la ruptura total entre los funcionarios y la Jefatura cuando ésta ordenó unilateralmente a finales de diciembre un calendario de trabajo sin negociar con los funcionarios.

Tanto es así que los bomberos han pedido formalmente al alcalde la destitución del jefe de servicio José Cruz como primer paso para revertir la situación del cuerpo. «Consideramos que la gestión ha sido nefasta y que existe una dejadez en los parques», aseguró ayer a Efe Andrés Millán, secretario de Comunicación del Sindicato Andaluz de Bomberos en Málaga, quien ve en el cese de Cruz una condición «imprescindible» para sentarse a negociar otros aspectos que la plantilla considera de gran trascendencia.

Entre ellos se encuentra la elaboración de un nuevo reglamento que sea consensuado con los trabajadores -el actual es de 1959-; la elaboración de un calendario de reclasificación del colectivo de bomberos, tal y como establece la Ley de Emergencia de Andalucía y así poder equipararse al resto de cuerpos de bomberos de la región; o la regularización de la jornada laboral al entender que la suya es la mayor de España y deberían equipararla al resto de trabajadores del Ayuntamiento de Málaga. «En ningún caso suponen mejoras laborales, no estamos hablando de dinero, sino de que funcione lo que tenga que funcionar», añadió.

Por su parte, el edil de Seguridad, Mario Cortés, dijo que la destitución del jefe no es «asumible ni técnica ni políticamente», ya que «esto no es una asociación en la que los trabajadores eligen a su presidente». Sí se mostró «dispuesto a negociar» mejoras de las condiciones laborales.

La plantilla, que ayer recibió el apoyo de los bomberos de Jaén y del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, también decidió hacer acto de presencia en el próximo pleno del Ayuntamiento.