El sector de las viviendas turísticas, agrupado en Andalucía en torno a la asociación AVVA, presidida por el malagueño Carlos Pérez-Lanzac, cargó ayer contra el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y su propuesta de ordenamiento de las viviendas turísticas, que, según declaró el regidor a este periódico, pasa por emular el modelo planteado en San Sebastián y poner un cupo máximo de apartamentos en las zonas en las que se advierten problemas de convivencia y de alta concentración de apartamentos.

Aunque la idea no pasa de momento de una simple sugerencia, el colectivo se muestra radicalmente en contra y arguye que una restricción de este tipo, lejos de aliviar la presión turística, generaría nuevos perjuicios para la economía, con posibles efectos adversos como el mercadeo de licencias o la propia pérdida de riqueza y de turistas.

En conversación con La Opinión, Pérez-Lanzac animó a De la Torre a buscar otras alternativas. Y alertó de que una respuesta como la sugerida por el regidor comportaría «judicializar» la situación, además de errar el tino respecto a lo que el empresario entiende como la posible raíz de la masificación turística. Fijar una cuota máxima para las viviendas vacacionales constituye para el presidente de AVVA una idea «cortoplacista» y alejada de una reflexión madura sobre la planificación que necesita el sector. Pérez-Lanzac se opuso a que se relacione, y a menudo de manera exclusiva, la saturación que sufren algunos vecinos con la proliferación de apartamentos. Y aludió, a modo de ejemplo, a otro tipo de formatos como el de los visitantes y excursionistas, los turistas que no pernoctan, que, en su opinión, producen mucho más desgaste y menos beneficio. «Con ese punto de vista podríamos analizar por ejemplo los cruceros, que son positivos, pero que al fin y al cabo funcionan como un ‘todo incluido’ en el mar y no dejan en la ciudad tanto dinero», indica.

El responsable de AVVA cree que cualquier medida que se adopte para ordenar la actividad turística debería tener en cuenta su complejidad y el conjunto de actores que participan en la industria, «que no son sólo los apartamentos, sino también los bares y el resto de alojamientos», indicó.

En este sentido, animó al Ayuntamiento a no dejarse llevar por «la desinformación» y por «intereses de otros empresarios» y pertrecharse en primer término de datos fiables, ya que, insistió, aún no existen estudios ni cifras que pongan de manifiesto la incidencia y el volumen de los pisos turísticos.

Por último, Pérez-Lanzac, adelantó que si se lleva a cabo el proyecto su asociación planteará alegaciones. Y reivindicó la aportación de las viviendas a la transformación económica de Málaga, que considera «decisiva». En la última semana, la asociación nacional de las agencias de viaje también mostró su oposición a ordenanzas demasiado restrictivas.