Eran las dos de la mañana del 14 de junio. Un vecino observó cómo dos chicos hacían pintadas en el muro del Cementerio Inglés. Cuando los agentes llegaron, comenzó una vertiginosa persecución que acabó con la detención de uno ya en el Paseo Marítimo. El otro, el conocido grafitero Tous, saltó el muro del colegio Las Teresianas, donde pudo esconderse y huir. Un tercer miembro de esta particular banda fue cogido junto al Hotel Miramar. Era el que vigilaba. Llevaba una bicicleta naranja. Los días de gloria de Tous parecen haber llegado a su ocaso. La Policía Nacional lo ha identificado y detenido y se le imputa un delito contra el Patrimonio Histórico y otro de daños continuados.

El joven tiene 20 años edad y los nacionales han contado con la colaboración de la Policía Local. La investigación que arrancó con las pintadas sobre el muro del Cementerios inglés ha desembocado estos días en un punto final para Tous. En el caso de las pintadas en el camposanto anglicano, el caso es más grave, porque la necrópolis es Patrimonio Cultural de la Ciudad y está inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural.

Fue su firma, precisamente, la que hizo que los agentes fueran estrechando el cerco hasta llegar a este individuo, que había estampado su tag en otras muchas pintadas de la ciudad. A la del Cementerio Inglés, se suman otras como la de una furgoneta en la plaza Padre José Tejada, que quedó dañada de tal forma que, como han explicado su anterior y el actual propietario, no han podido restaurarla pese a pintar el vehículo. Ello les ha ocasionado un perjuicio, puesto que las ordenanzas municipales impiden circular al automóvil sin tener un color uniforme. Asimismo, se le atribuye otra llevada a cabo en la fachada de la Biblioteca Pública Bernabé Fernández-Canivell, en la calle Practicante Pedro Román; y otro en el interior del túnel de la autovía A-7, a su paso por El Palo.

En todas estas pintadas, el grafitero había firmado con el nombre «TOUS», de forma que guardaban una morfología muy similar y característica.

Los policías pudieron detener al individuo, que ya en dependencias policiales reconoció ser el autor de algunas de las pintadas, entre ellas la del Cementerio Inglés. Además, su padre entregó de forma voluntaria, después de que su hijo se lo pidiera, dos botes de spray de pintura usados que guardaba en casa.

Una vez que se comprobó que carecía de antecedentes, se le dejó en libertad a la espera de que un juez lo cite. Parece que los días de gloria de Tous, al menos por ahora, han pasado a mejor vida.