­La provincia de Málaga ha recuperado ya los niveles de producción previos a la crisis tras el repunte de actividad de los últimos años. Las primeras estimaciones referentes a 2017 del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), publicadas ayer, revelan que el Producto Interior Bruto (PIB) de Málaga a precios corrientes alcanzó el pasado año los 33.019 millones. La cifra es la más alta de toda la serie histórica disponible en el IECA, que arranca en el 2008, precisamente el primero de la recesión, lo que indica que la producción se mueve ya en valores cuando menos cercanos a los del boom económico. La subida del PIB de Málaga en 2017 fue del 4% en 2017, lo que sitúa un año más a la provincia a la cabeza del creamiento andaluz, por delante de Huelva (3,6%) y Cádiz (3,1%). Se supera además la media andaluza (3%) y la nacional (3,1%).

Las cifras de coyuntura del IECA indican también que la provincia cuenta ahora con casi 640.000 puestos de trabajo, cifra que sin embargo, sigue por debajo de la de entonces (en 2008 eran cerca de 670.000 y en años previos incluso más). El crecimiento de la economía no posibilita, de momento, que el mercado de trabajo carbure al mismo ritmo de entonces. De hecho, actualmente Málaga tiene casi 160.000 parados, el doble que antes de la crisis.

Al margen del ámbito laboral, la evolución económica de la provincia en estos últimos ejercicios es significativa. El PIB de Málaga hace diez años era de 30.958 millones de euros y con la crisis fue paulatinamente descendiendo hasta el entorno de los 27.800 millones en el ejercicio de 2013, que marcó la etapa más dura. A partir de ese momento empezó a experimentar un incremento que en 2017 ha permitido, al menos en cifras estadísticas de producción, neutralizar lo perdido.

El PIB a precios de mercado incluye la inflación, por lo que técnicamente puede que la producción real no sea todavía exactamente la misma que antaño. No obstante, teniendo en cuenta que la evolución de los precios han sido muy moderada e incluso en alguna ocasión negativa, las cifras del IECA sí pueden ser un indicativo real de que Málaga recupera, en términos de producción, el músculo de antaño.

Málaga, el 20% del PIB

El cuadro andaluz permite observar el predominio económico a nivel provincial de Sevilla y Málaga. En concreto, la provincia hispalense lidera el ranking y presenta un PIB a precios de mercado de 39.497 millones de euros a cierre del pasado año. La producción andaluza superó los 161.000 millones por lo que se desprende que la economía sevillana aporta el 24,5% de PIB de la región y la malagueña otro 20,5%.

Las cifras oficiales no restan ápice al calificativo de «motor económico» de la comunidad que Málaga se ha forjado desde hace tiempo ya que, según han comentado en alguna ocasión fuentes del mundo económico, Sevilla cuenta con una mayor aportación del segmento público a sus cifras de producción global y con el intangible de ser la capital política e institucional de Andalucía, lo que provoca un efecto tractor para las grandes corporaciones. «En Málaga , en cambio, el sector privado muestra siempre un gran dinamismo, lo que se refleja también en que las tasas de crecimiento del PIB están siempre entre las primeras de la comunidad», aducen.

El peso de Málaga también se deja notar en el número de ocupados. Los cerca de 640.000 puestos de trabajo de la provincia suponen también una quinta parte del total del empleo de la comunidad, y suben un 5,3% en relación al año anterior. Sólo Sevilla, con 742.200 puestos de trabajo, supera las cifras de Málaga.