El acto de contrición que debería protagonizar Juan Marín para volver a apoyar a Susana Díaz después de las elecciones sería de tal magnitud, que solo por ese hecho, ya es una posibilidad que se puede dar por descartada a estas alturas de precampaña. La política es un elemento líquido como el que más, pero el candidato naranja a presidir la Junta volvió a comprometer su palabra y reforzó ayer en Málaga su veto a un posible acuerdo postelectoral con el PSOE. Lo hizo en un desayuno informativo organizado por Europa Press en el hotel Barceló, donde fue presentado por el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas. «Ciudadanos no va llegar a un acuerdo con Susana Díaz». Esta frase la repitió en varias ocasiones, una vez acabada su intervención maratoniana (52 minutos), que dio paso al tradicional turno de preguntas que acompaña siempre este tipo de formatos.

Las dudas en torno a las inminentes elecciones autonómicas giran, en gran medida, en ver cómo se puede definir y gestionar los resultados que arrojará el 2D, con una más que previsible fragmentación del voto entre cuatro partidos. El PSOE, así lo dejó claro, no podrá contar con los votos de los futuros parlamentarios naranjas y justificó esta decisión en el supuesto incumplimiento del acuerdo de investidura. «Lo que se firma con Ciudadanos, hay que cumplirlo».

El crucigrama, por ahora, presenta serias dificultades. La manifiesta falta de capacidad entre las formaciones para llegar a acuerdos pone sobre la mesa el riesgo de una posible repetición de las elecciones si ningún candidato logra formar gobierno. Esta posiblidad, sin embargo, no la contempla Marín. Preguntado ayer sobre este hipotético escenario, aseguró que es algo que descarta. En última instancia, esto podría ser una ventana a una abstención futurible. Más allá de especulaciones, Marín subrayó que cualquier posiblidad de que Ciudadanos entre en un gobierno solo pasa con él como presidente de la Junta.

Fracaso

Preguntado por si sería un fracaso quedar por detrás del PP -Marín insistió en que las encuestas dan a Ciudadanos como única formación al alza-, el líder naranja aseguró que «el único fracaso sería no lograr un cambio en Andalucía». En esta necesidad de cambio, Marín puso énfasis en destacar a su partido como única verdadera alternativa frente al PSOE. En este punto, desacreditó la utilidad del PP en Andalucía, basándose en los logros acumulados, según él, inexistentes: «Si le entrego a Juanma Moreno un folio para que me apunte lo que ha conseguido su partido en estos cuatro años, me lo devuelve en blanco», llegó a decir. A la ya conocida defensa férrea de los autónomos, sumó la promesa de extender la tarifa plana y que esta se mantenga para todos los que no lleguen a las cantidades del SMI a finales de mes. Marín también comprometió una bajada del IRPF de 1,5 puntos para llegar así a los 3,5 que se habían fijado en el acuerdo de investidura con el PSOE. El candidato naranja también lamentó la gestión en la sanidad y educación, situando a Andalucía en ambos apartados en la cola a nivel nacional. «Las estadísticas están ahí. A Ciudadanos no nos gustan, pero no nos oponemos a no ver la realidad», explicó.