­La incidencia de nuevos diagnósticos de VIH en Málaga ha descendido en 2017 un 15,2 por ciento con respecto a 2016, continuando así la tendencia a la baja que se constata tanto en infecciones como en casos de sida. Hoy se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, por lo que la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Ana Isabel González, recordó ayer que, pese a este descenso, «no podemos bajar la guardia, ni la sociedad ni la administración, ya que es fundamental seguir avanzando en materia de prevención».

Concretamente, en 2017 se notificaron en la provincia 178 nuevas infecciones por VIH (210 en 2016), lo que supone una tasa de incidencia de 10,92 casos por 100.000 habitantes, y un descenso respecto a los dos años anteriores, ya que estas tasas fueron de 12,89 en 2016 y de 13.32 en 2015, por 100.000 habitantes.

De estos nuevos diagnósticos de VIH, el 90,4 por ciento ocurrió en hombres y el 9,5 por ciento en mujeres. La categoría de transmisión más frecuente fue la de hombres que tienen sexo con hombres (HSH), un 52,8 por ciento del total, seguida de la transmisión heterosexual, un 15,7 por ciento, y de la que afectó a usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI), 2,25 por ciento. Por otro lado, no ha habido ninguna transmisión madre-hijo. Además, en 2017 se notificaron en Málaga 23 nuevos casos de sida, inferior a los resultados registrados en 2016, que fue de 30 casos, lo que supone una tasa de incidencia de 1,41 casos por 100.000 habitantes.

González señaló que si bien «el sida, hoy por hoy, no se cura, sí hemos conseguido que se convierta en una enfermedad crónica», gracias al tratamiento antirretroviral que disminuye de forma drástica la morbimortalidad e incrementa la expectativa de vida de los pacientes con infección por el VIH, al tiempo que mejora notablemente la calidad de vida, que puede ser prácticamente normal.