El relevo de poder en la Diputación de Málaga ya es un hecho. En un pleno extraordinario que se ha celebrado esta mañana, el aspirante popular, el alcalde del Rincón de la Victoria, Francisco Salado, ha obtenido la mayoría de votos necesarios para sacar adelante su investidura. Para ello, ha contado con el apoyo necesario de Ciudadanos (Cs). Sus dos diputados, Gonzalo Sichar y Teresa Pardo, han votado a favor de su candidatura frente a los votos en contra de los diputados del PSOE, IU y Málaga Ahora. De esta manera, a las 13.30 horas, Salado ha quedado investido por la mesa de la Diputación con 17 votos a favor y 14 en contra. La votación se ha realizado en urna.

Sin sorpresas

Con su antecesor en el cargo, Elías Bendodo, en primera fila. Ante representantes políticos y empresariales, de sindicatos y fuerzas del orden, Salado ha prometido continuismo político al frente de la institución que liderará, como mínimo, hasta las próximas elecciones locales en mayo, cuando tocará jugarse las cartas electorales otra vez. En su discurso, emotivo por momentos, que ha tenido que interrumpir cuando se ha acordado de sus padres, no ha dejado lugar a dudas y se ha referido al legado que ha dejado Bendodo: "En estos ocho años al frente del gobierno provincial nos has enseñado el camino, a creer que nada es imposible, que el cielo es el límite para Málaga. Yo me comprometo, como nuevo presidente de este gobierno provincial, a mantener vivo ese legado, ese espíritu, esa ambición y esa lucha por los intereses de Málaga. No aceptaré un no por respuesta".

Salado ha apelado, también, al espíritu de diálogo y ha asegurado que tenderá la mano a todos los partidos con representación en la Diputación. Aunque, en este punto, ha tenido una mención especial para Cs que indican muy bien por donde se mueven los equilibrios políticos en esta insitución. "Es un honor trabajar junto a ti", se ha dirigido a Sichar, además de resaltar la labor de la viceportavoz de Cs, Teresa Pardo. A las puertas de las elecciones locales, ha pedido que la refriega electoral no afecta a la acción de gobierno en la Diputación.

El discurso de Francisco Conejo ha dejado claro lo mucho que está influyendo el cambio de gobierno en la Junta de Andalucía en la estrategia del PSOE. Da igual la institución. Lo importante es relacionar al PP con la extrema derecha de Vox y sumar, también, a Ciudadanos a este triángulo. Da igual que Vox no tenga diputados en la institución provincial. Todavía. La intervención de Conejo ha estado motivada por un doble afán: marcar un proyecto alternativo para la Diputación y colocar al PSOE como único partido de centro: «Una alternativa real frente a las tres derechas, PP, Vox y Cs».

Teresa Sánchez, que le ha tomado el relevo a Guzmán Ahumada como portavoz de IU, ha basado su intervención en criticar las políticas que han marcado la era Bendodo. Según Sánchez, basada en una promoción abusiva con proyectos de alto brillo, pensados para la promoción personal de la carrera política del ahora consejero de Presidencia. Apeló a la necesidad de un cambio de paradigma para volver a centrar los esfuerzos de la institución en los pequeños municipios: «La Diputación se debe dedicar a lo que su prioridad, que pasa por resolver los problemas reales en los pueblos».

Por su parte, Sichar, el único portavoz que no se ha presentado a la investidura, no ha querido dejar pasar sus diez minutos que le correspondían frente al atril. Sichar ha aprovechado para reivindicar lo que, según él, son las mejoras que habría arrancado Cs en lo que va de mandato. Medidas basadas en fomentar la transparencia y la mayor eficacia en la Diputación. Pero, sobre todo, quedó claro que estos casi cuatro años han servido para fraguar una buena sintonía con el PP. «El señor Salado es el artífice de todo lo conseguido. Existe una sintonía personal entre él y yo. Una razón más para apoyarle», ha dicho.

Rosa Galindo, de Málaga Ahora, la primera en intervenir, ha iniciado su intervención con una autoproclamación, asegurando emular al venezolano Juan Guaidó. Una crítica a la actual situación política y a lo que, queda claro, Málaga Ahora considera que es un golpe de mano fraudulento. Luego ha pasado a la crítica constructiva y abogó por un cambio en el sistema electoral que rige a las diputaciones, y que permita la elección directa de los diputados para dar legitimidad a los que se sientan en un escaño.