La Diputación escribe una nueva página en su historia: Francisco Salado, alcalde del Rincón de la Victoria, hasta ahora vicepresidente, será investido esta mañana como nuevo presidente en la calle Pacífico. El tercero del PP en democracia, después de Luis Vázquez Alfarache y Elías Bendodo. Precisamente la marcha del último como Consejero de Presidencia en el Gobierno de Juanma Moreno ha precipitado el ascenso de Salado, que siempre ha sido considerado como el relevo natural de Bendodo. La particularidad, en esta ocasión, está en el corto periodo de tiempo que separa la investidura de hoy de la finalización del presente mandato, con las elecciones locales de mayo a la vuelta de la esquina. En la despedida de Bendodo, ambos mandatarios coincidieron en una rueda de prensa conjunta y marcaron como principal pauta el continuismo en las políticas practicadas por el equipo de gobierno del PP. Eso, sobre el papel, aunque, como es lógico, Salado querrá empezar a marcar perfil propio en la medida que se lo permiten los próximos cuatro meses.

El acto protocolario de hoy servirá, también, para subrayar los equilibrios de poder en la Diputación. El PP, apoyado en Ciudadanos, que volverá a votar a favor de Salado para que salga adelante la investidura. El PP, cabe recordar, se encuentra en minoría y necesita el apoyo de otra fuerza para alcanzar la mayoría absoluta necesaria. El bloque de izquierdas, por otro lado, con el PSOE, IU y Málaga Ahora votarán en contra del candidato popular, y tratarán de marcar de nuevo su oposición al equipo de gobierno popular. Entre los invitados al acto estará el propio Bendodo, que cierra así de manera una etapa en su propio carrera política, con casi 8 años ejerciendo como presidente de la Diputación.