La nueva ordenanza del Ayuntamiento de Málaga declaraciones responsables y demás medios de intervención en el uso del suelo y la edificación (OMLU) entra en vigor hoy con el objetivo de agilizar y simplificar los trámites necesarios para realizar obras menores en viviendas y edificios. La Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) y el Colegio de Arquitectos confían en que la nueva normativa redunde en mayores facilidades para los ciudadanos y profesionales a la hora de planificar obras y también, de paso, libere de carga de trabajo a los técnicos municipales, que así podrán dedicar más tiempo a la resolución de licencias de obra mayor. Y es que la demora en la concesión de licencias para proyectos urbanísticos y de edificación (pueden tardar meses) es una de las grandes quejas del sector constructor.

La ordenanza municipal, publicada ayer en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), elimina la obligación de tramitar permisos para obras menores o de escasa entidad en el interior de la vivienda y en zonas comunes de edificios de pisos, como por ejemplo la reparación puntual de instalaciones, la sustitución de sanitarios, carpintería y cerrajería interior, pintura, solería, revestimientos interiores o sustitución de ascensores. Según recordó hace unos días Urbanismo, el texto apuesta «claramente» por aumentar el número de supuestos que pueden acogerse a declaración responsable (es decir, el ciudadano se lleva el permiso el mismo día que lo solicita) y comunicación más allá de los obligados por ley ya implantados. Además, se agilizan los procedimientos por vía electrónica (e-licencias y e-declaraciones responsables).

El texto incorpora, como novedad, actos no sujetos a licencia urbanística ni declaración responsable o comunicación. Así, se establece que no sea exigible la licencia urbanística, declaración responsable o comunicación, en diferentes supuestos. En primer lugar, en obras en el interior de la vivienda y en zonas comunes de edificios de viviendas, siempre que no se ejecute, sustituya o elimine tabiquería, ni se afecten a elementos estructurales (no se incluyen aquí inmuebles con Protección Arquitectónica y de Conjunto, declarados o incoados BIC, inmuebles situados en Jardines Protegidos o en algunos suelos de planeamiento de desarrollo).

Tampoco serán necesarios estos permisos en el caso de sustitución y/o reparación de revestimientos interiores (solerías, alicatados, enfoscados, enlucidos, falsos techos, trasdosados, etc) ni para la reparación puntual de instalaciones de saneamiento, fontanería, electricidad, gas, telecomunicaciones, climatización, solar térmica o domótica, siempre que no conlleve el trazado de nuevas redes, la sustitución de la red por una nueva o se afecte al subsuelo. En estas obras, los contadores, maquinaria e instalaciones no podrán instalarse en la fachada del inmueble ni ser visibles desde la vía pública.

Por último, la ordenanza también exime de tener que tramitar nada en el caso de sustitución y/o reparación de sanitarios, carpintería y cerrajería interior, pintura interior o sustitución y/o reparación de puertas y/o cabina del ascensor, salvo en inmuebles situados en suelo no urbanizable (que deberán tramitarse mediante licencia urbanística).

Ampliación de casos

Urbanismo recuerda que con el actual régimen de junio de 2012 (que fue cuando se introdujo la figura de la declaración responsable en Málaga) se identificaron 70 tipos de obras en viviendas, locales o elementos comunes (por ejemplo, obras de nueva planta, rehabilitación, cambios de uso, demoliciones, eliminación de barreras arquitectónicas, ascensores, pinturas, vallados, actuaciones en cubiertas, etc.), de las cuales 39 estaban sujetas a licencia y 31 a declaraciones responsables. Con la nueva ordenanza, los supuestos sujetos a declaraciones responsables suben a 49 (más de dos tercios del total).

Como ejemplos de casos de declaración responsable, la ordenanza incluye entre otros la eliminación de barreras arquitectónicas en viviendas, la reparación de cornisas, balcones y marquesinas, la sustitución de tejas o solerías en terrazas o los vallados. En locales y otros usos distintos a vivienda entrarían, entre otros, la reparación de ascensores, la impermeabilización y aislamientos o la sustitución de tejas.

En cuanto a las obras sujetas a licencia urbanística, la Gerencia las mantiene para los supuestos en que se valore que se necesita un control previo de la actuación por la especial protección del orden urbanístico o del patrimonio histórico-artístico que requieren algunos inmuebles.

«La experiencia de estos últimos años de utilización de la declaración responsable ha sido muy positiva, ha permitido ejecutar las obras de manera inmediata desde el mismo momento de su presentación en Urbanismo, lo que ayuda a potenciar el creciente desarrollo de la ciudad, garantizando el principio de seguridad jurídica». detallaba hace unos días Urbanismo.

Objetivo y reacciones

Para la Gerencia, con la OMLU se pretende que la declaración responsable adquiera una dimensión muy superior a la que tenía hasta ahora, incluyendo las obras de escasa entidad constructiva y sencillez técnica así como las obras de reducido impacto urbanístico en las que sea suficiente un control posterior para determinar su adecuación a la normativa aplicable, permitiendo ejecutar las mismas de manera inmediata desde el momento de su presentación.

«Eso sí, la declaración responsable de ningún modo supone la ausencia de control municipal, únicamente comporta que este control municipal se efectuará en un momento posterior al inicio de la actuación», añade. La ordenanza entra en vigor tras un preceptivo período de consulta pública, recogida de aportaciones, reuniones e información.

La secretaria general de la ACP, Violeta Aragón, afirmó ayer que la nueva ordenanza es «positiva» para el ciudadano y para el promotor y apuntó que hasta ahora era preceptivo tramitar una autorización hasta para pintar el interior de una casa, algo que muchas personas no hacían incluso por desconocimiento de la norma. La ACP señala que el texto reduce ahora en gran medida los casos en que es necesario pedir licencia de obra, lo que, a su juicio, también liberará al personal de Urbanismo para agilizar la concesión de licencias de obra mayor. «Esa es una asignatura pendiente para la que venimos reclamando una mejora desde hace tiempo. A veces las esperas son de varios meses, y esto para un proyecto es un problema. El tiempo es dinero y una obra para siempre cuesta más», explicó Aragón.

De la misma opinión es el decano del Colegio de Arquitectos, Francisco Sarabia. «Todo lo que se haga en línea con agilizar la tramitación de licencias es bienvenido aunque faltan por hacer también otras cosas y así se lo hemos dicho a Urbanismo: reforzar el personal y mejorar los equipos técnicos e informáticos», dijo. Coincidió en que la simplificación de licencias de obra menor debería redundar también en una mayor agilidad en las de obra mayor, que son las que más afectan el trabajo de promotores o arquitectos. Sarabia apuntó que hay licencias que acumulan cerca de un año de tramitación, debido también a que son varias las administraciones que tienen que pronunciarse sobre ellas.