​El 27 de julio de 2011, la Gerencia Municipal de Urbanismo aprobó el proyecto básico de reforma del Mercado de Salamanca, una joya de estilo neomudéjar obra del arquitecto Daniel Rubio (1923-1925), enclavado en el barrio del Molinillo. Poco antes, había sido incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

Las obras de reforma comenzaron, tras una larguísima espera, en abril de este año, pero tan sólo unos días después ya se detectaron problemas que han obligado a una paralización totalproblemas que han obligado a una paralización de los trabajos por cuestiones imprevistas, aunque para Adelante Málaga llama la atención que estas no se advirtieran después de tan largo trámite administrativo. Ahora, habrá que modificar el proyecto, lo que no podrá costar más de un 35% en relación al importe de adjudicación, pero obligará, desde luego, a un sobrecoste aún por determinar.

Las obras se adjudicaron el 29 de junio de 2018 a la entidad Alberto Domínguez Blanco Restauración Monumentos por más de 1,28 millones de euros, de los que 322.179 correspondían a la construcción de un mercado provisional al que deberían trasladarse los puestos; y 964.027, a la rehabilitación en sí del recinto original e histórico.

Había de durar la ejecución 11 meses y 10 días, a contar desde el día siguiente de la firma del acta de replanteo, rubricada el 13 de noviembre de 2018, por lo que las labores habían de terminar el 22 de octubre de 2019, aunque finalmente los trabajos empezaron en abril de este ejercicio.

Pero ya el 13 de mayo de 2019, la jefa del Servicio de Mercados y Vía Pública traslada al Servicio de Contratación y Compras una propuesta técnica del director de las obras, en la que se pide la suspensión temporal parcial y una autorización para modificar el proyecto por causas imprevistas; «la cuantía máxima de dicho incremento es inferior al 35% del presupuesto contratado».

El director de obra dice que hay que suspender los trabajos temporalmente por las siguientes razones: en primer lugar, las instalaciones tanto de suministro de agua como eléctrico a los puestos de los mercados «discurren por los pasillos a muy escasa profundidad, lo que impide el cumplimiento de unos requisitos mínimos de seguridad de la instalación»; en segundo lugar, se ha comprobado el funcionamiento de la red de saneamiento interior, determinando que esta no «se encuentra en un estado idóneo por el paso del tiempo y el depósito de sedimentos y presencia de obstáculos en la misma» (circunstancia no detectada en anteriores comprobaciones de mantenimiento, por lo que no pudo ser tenida en cuenta en la redacción del proyecto contratado, dice el Consistorio).

En tercer lugar, al demoler los recubrimientos cerámicos de las paredes de los puestos aparece «también con escaso recubrimiento y protección la estructura metálica vertical», que «en su tramo aéreo presenta un buen aspecto, pero que al estar confinada dentro de la fábrica de separación entre puestos y haber estado oculta a la vista, presenta un aspecto preocupante dado que el uso del agua en la limpieza de las tiendas mediante su baldeo ha provocado que el acero que conforma su estructura se encuentre en un estado lamentable».

En cuarto lugar, la estructura área, una vez sale de la fábrica que conforman los cerramientos de los puestos, «presenta un recubrimiento formado por múltiples capas de protección y pintura que impiden la aplicación directa del tratamiento de protección previsto, circunstancia que no se ha podido comprobar hasta llegar a acceder a dicha estructura, situada a unos nueve metros de altura». Hay que limpiar la estructura antes de protegerla.

En quinto lugar, «el cerramiento que permite la ventilación del mercado estaba previsto en Tramex, lo que no impide la entrada al interior del agua de lluvia con viento, por lo que se prevé su sustitución con una celosía veneciana». Así, se pedía parar temporalmente las obras e iniciar el expediente de modificación.

Poco después, el 9 de julio de 2019 la jefa de Servicio de Mercados y Vía Pública pide la suspensión temporal total (que no parcial), además de que deje de contabilizarse el plazo de ejecución de las obras hasta que se apruebe el modificado, debido a la necesidad de «sustituir el tramo inferior de los pilares de estructura y la ejecución de una nueva cimentación de micropilotes, dadas las malas características del terreno en sus seis primeros metros», lo que se hará mediante «el apeo de la estructura del edificio mediante una estructura auxiliar no prevista en el proyecto adecuado».

Ahora, habrá de modificarse el proyecto y mandarse a la Consejería de Cultura de la Junta para su aprobación, para contratarla después por parte del mismo órgano que tramitó el proyecto original. No consta que la adjudicataria haya solicitado la resolución del contrato ni una indemnización por daños y perjuicios.

Críticas de Adelante Málaga

El portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla, recordó que el equipo de gobierno estuvo mucho tiempo tratando de recibir subvenciones por el 1% cultural y luego se financió la reforma con fondos europeos. «Llevan a cabo la actuación ocho después y resulta que el proyecto es una chapuza. Las cuestiones que se plantean son técnicas y justifican la paralización, pero no entendemos que el proyecto no haya tenido en cuenta esas cuestiones antes, que no se haya hecho el más mínimo estudio que debía haber contemplado el proyecto. Son cuestiones básicas que en estos años deberían haberse detectado, porque ahora habrá un nuevo retraso y un gasto nuevo para las arcas públicas por el sobrecoste. Son cuestiones imprevistas, pero no eran imprevisibles. Debería haberse hecho el proyecto en base a esas deficiencias», dijo.