"Este subterráneo existe de toda la vida, pero hasta ahora nadie lo había grabado", cuenta Isaac Díaz, vecino de Churriana, quien colabora en diversas tareas de mantenimiento y limpieza de la cueva de la Paria, de la que ha explorado su interior y ha sacado sus primeras imágenes. Gracias a la difusión del vídeo Ruta de la cueva de la Paria de Churriana por redes sociales se ha conseguido un mayor conocimiento de la cavidad y los vecinos han empezadado a interesarse por el subterráneo.

Espacios excavados de manera natural en el terreno arcilloso, las cuevas tienen la gran particularidad de mantener la misma temperatura en su interior todo el año. Esto hace que sean calientes en invierno y refrescantes en verano. Por ello, la gruta de la Paria en Churriana servía históricamente de refugio para los pastores de la zona.

El principal objetivo de Isaac Díaz es convertir la ruta en un complejo de atracción turística para los visitantes y darle una mayor visibilidad. Asegura que en el interior hay restos de huesos de gran tamaño y que parecen ser "de muchos años atrás". El tipo de roca de su interior es caliza en mármoles azules tableados. La cueva se compone de cuatro galerías separadas por pasillos y es en la última de ellas donde parece haber presencia de minerales como cuarzo.

La cavidad tiene una longitud de 12 metros y un desnivel de 9. La altura es de 1,20 metros, por lo que para entrar hay que hacerlo agachado.

El acceso es un poco complicado ya que está "escondido". El complejo se encuentra a la izquierda en las laderas de la Cañada Ceuta, por encima del subterráneo E-15. Desde ahí, hay que seguir el camino situado junto a un muro de piedra. Isaac afirma que el terreno es de fácil acceso, y que pueden acudir tanto niños como personas más mayores, ya que no hay que subir ningún tipo de desnivel y se trata de un recorrido prácticamente horizontal.

Isaac aconseja que, a la hora de acudir al lugar, es necesario tomar medidas de protección, como el uso de cascos, pues podría producirse algún desprendimiento.