­Mari Paz Hurtado creó a inicios de los años 90 en Fuente de Piedra la empresa agroalimentaria Hutesa, que actualmente exporta aceituna de mesa a 45 países y cuenta con una facturación anual de casi 26 millones de euros. En 1988, había empezado a comprar y vender aceitunas desde una habitación de su pequeño piso en Málaga con sólo un teletipo, un fax y una máquina de escribir. Poco después se aventuró a comprar una vieja fábrica de envasado para montar la firma. Hurtado preside también la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio, desde la que se organizan numerosas acciones de apoyo a la internacionalización de las empresas malagueñas. Medalla de oro de Andalucía en 2014, la empresaria expresa su satisfacción por realizar esta entrevista en la semana del 8 de marzo, Día de la Mujer, y señala que espera que en un futuro no haya necesidad de esta jornada «porque significaría que se ha llegado al objetivo». Destaca también el «enorme esfuerzo y sacrificio» de quienes se lanzan al emprendimiento y la necesidad de alcanzar una igualdad real.

¿Cómo fueron sus inicios profesionales?, ¿cuándo decidió que quería ser empresaria?

Cuando me preguntan si un empresario nace o se hace no sé contestar. Lo que es verdad y cierto es que yo me hice empresaria por necesidad. Trabajaba por cuenta ajena en una empresa de exportación de aceituna de mesa que cerró, por una serie de circunstancias, a mitad de los 80. Y para reincorporarme al mundo laboral me centré en lo que sabía hacer. Compramos la empresa y en 1992 abrimos Hutesa. Y aquí seguimos. Siempre digo que detrás de un gran problema hay una gran oportunidad, y a los hechos me remito.

Imagino que los comienzos fueron complicados, como ocurre en la mayoría de los casos.

La palabra «complicado» es bastante amplia. No fue fácil. No tenía más garantía que una pequeña casa y el salario de mi marido para avalar las primeras compras de material. La banca normalmente apuesta a caballo ganador y en este caso se trataba de una industria que implicaba hipotecas, maquinaria, suelo, envases, materia prima, contratación de personal... Y había que pagar también los intereses de los prestamos. Era prácticamente imposible. Gracias a algunas instituciones como el IFA (hoy Agencia IDEA) pudimos sortear uno de los baches más decisivos que tuvimos en nuestra trayectoria. Hablo siempre en plural porque es un proyecto del que ha formado parte toda mi familia. Si aquello se iba al garete arrastraba con lo poco que teníamos: la casita, el coche... Era tu patrimonio y lo ponías todo en valor por un proyecto empresarial que sabías que era solvente. Cuando se habla de emprender yo nunca digo que sea fácil; digo sólo que es posible.

Hablamos de inicios de los 90, cuando una empresaria aún podía ser visto como algo extraño, ¿usted sintió algún tipo de obstáculo extra por ser mujer?

Tengo 61 años y nuestra empresa tiene 32. Evidentemente, aquellos tiempos no eran los de hoy. Uno de nuestros principales mercados eran (y siguen siendo) los países árabes. Somos líderes en ventas allí y las operaciones siempre las he llevado yo personalmente. Entonces no era tan común que la mujer viajara, que hablara idiomas, que el marido la ayudara y la acompañara (y tengo que decir que tengo en mi marido un gran compañero de viaje que siempre ha estado a mi lado). He sido un poco innovadora. Soy fundadora de una agroindustria en una zona rural, pero la empresa está completamente internacionalizada y nuestros productos van a más de 45 países. Hemos sido pioneros en mercados como las exrepúblicas soviéticas, África Irán, por citar algunas de las zonas que no son muy habituales de visitar, donde a la mujer se le tenía (y se le sigue teniendo) ciertas reticencias.

Sería algo chocante para muchos.

Cuando empece a dirigirme al mundo árabe, yo siempre ponía que era M. Paz, y la gente pensaba que era Míster Paz. Cuando me veían pensaban que había un error, porque esperaban a un señor. Cuando participaba en las ferias internacionales y venían los árabes decían que no querían hablar conmigo, sino con «el jefe». Y cuando le decía que era yo... Pero no te tenido nunca un rechazo, al contrario, me he ganado a pulso el más absoluto respeto. Nunca he tenido agravios comparativos y tampoco he dado pie. Cuando he visto en alguien un acercamiento que no fuera el puramente comercial sencillamente he dicho: «Perdón, pero creo que se ha equivocado usted de persona y de lugar». Así he sido siempre: absolutamente rigurosa. No suelo salir a comer o a cenar con clientes, creo que los negocios se hacen en los despachos, y que las comidas y cenas están para los amigos o foros puntuales. Yo hablo de cómo eran las cosas entonces. Ahora hay una nueva generación de jóvenes mucho más formada, pujante e innovadora que seguro que hace las cosas a su manera. Yo soy de mi época y hablo como corresponde a mi edad.

Ha comentado que están presentes en más de 45 países exportando, ya sea de forma constante o puntual ¿cuándo decidieron apostar por el mercado exterior como una estrategia básica de empresa?

Ha sido una de las claves de nuestro éxito. Mucha gente me pregunta que por qué no vendo nada en España. Si se abre un negocio con una cantidad de endeudamiento bestial y necesitas circulante para poder afrontar los pagos, evidentemente hay que vender con cartas de crédito y transferencias bancarias prepago, para poder adelantar ese dinero, comprar la mercancía y entregarla a tiempo. En el mercado nacional, tanto antes como ahora, eso es inviable. Mandas los productos a cualquier cadena de distribución y te pagan cuando te pagan. Yo no tenía cintura para aguantar esa demora en el pago, necesitábamos circulante inmediato y garantía de cobro. No nos podíamos permitir perder. Así que fue una verdadera necesidad acudir a otros mercados, aunque siempre es difícil entrar con una nueva marca y luchar contra tu competencia.

¿Y cómo lo hicieron?

No vendiendo sólo aceitunas sino intangibles como el servicio, la calidez, la calidad, el compromiso, el rigor, la flexibilidad. Cuando las empresas son demasiado grandes eso no lo pueden hacer y cuando son demasiado pequeñas posiblemente tampoco, pero cuando tienes el término medio y justo, como nosotros, que somos una empresa familiar, tenemos una gran parte del éxito. Damos servicio personalizado y personal a nuestros clientes. Los empleados de Hutesa somos una familia.

En Málaga hay muchas pymes a las que luego les cuesta crecer. La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) reconoce que la falta de dimensión es uno de los retos a superar por parte de la economía malagueña.

Depende también de los sectores. Cuesta crecer y ganar tamaño, y nos gustaría tener muchas empresas grandotas pero pienso que desde la Cámara de Comercio se está haciendo un gran trabajo para fortalecer el tejido empresarial. Las ayudamos a salir al exterior, a digitalizarse, con programas gratuitos y técnicos a su disposición. Hacemos lo posible para que cuando venga una nueva crisis, que ojalá no venga, no nos coja a todos otra vez centrados en los suministros del mercado local, que fue lo que pasó en la anterior recesión.

Según la Agencia Andaluza Extenda, la cifra de empresas exportadoras malagueñas ha crecido un 60% en los últimos diez años y supera las 4.600 pero todos coinciden en que falta mucho por hacer.

Hay que diversificar, y para diversificar hay que salir. Pero para eso también hay que estar preparado, y en la Cámara tenemos un departamento de formación con másters específicos de internacionalización para emprendedores. Es algo vital. Tienes que conocer tus capacidades y tus limitaciones, los destinatarios de los productos, los canales de distribución... porque puedes fracasar aunque tengas un buen producto. Por eso los acompañamos, los redirigimos, les hacemos diagnósticos desde las oficinas comerciales. Es una labor extraordinariamente positiva la que se hace desde esta institución, con un equipo técnico altamente cualificado. Cada año participan más de 200 empresas en nuestras acciones y al mes recibimos 400 consultas de pymes y autónomos. Hay mucho interés en formarse para salir al exterior.

¿Afectará la crisis del coronavirus a las misiones comerciales que organiza la Cámara a China?

Ya hay una acción que se ha anulado, un viaje a China que íbamos a hacer en colaboración junto al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) con empresas malagueñas del sector. Lo hemos hecho porque una misión necesita de meses de preparación, y no podíamos esperar para luego igual tener que anularla a última hora. Hemos hablado con el PTA y se va sustituir por otra, previsiblemente a Israel en octubre. Además, hay otra misión prevista para noviembre a Corea del Sur y Hong-Kong. En principio vamos a esperar a ver cómo transcurren los acontecimientos a nivel mundial y si en mayo o junio todo sigue igual que ahora pues habrá que anularla o sustituirla también. Ahora mismo estamos en un periodo de mucha cautela. Esto nos afecta a todos.

¿Cree que la epidemia puede afectar a la marcha de la economía y las empresas?

Creo que hay que ser muy cautelosos. Hemos escuchado esta semana al Ministerio de Trabajo de la ministra Yolanda Díaz decir que ante cualquier riesgo o duda de contagio se puede hacer un cierre transitorio y preventivo de las empresas. Es algo que alarma, porque entonces ante cualquier trabajador que tosa por un simple resfriado podrían adoptarse estas medidas. Hay que ser muy prudentes con las notas de prensa que se emiten dede los ministerios. La economía de los países debe seguir. Los grandes congresos y las ferias internacionales son vitales para la actividad y ya hemos visto como la ITB de turismo de Berlín ha sido suspendida. Estamos todos un poco preocupados, pero no por el contagio del virus, sino por el hecho de que no puedas siquiera viajar o trabajar por este motivo. No hay que generar falsas alarmas, pero sí ser prudentes y cautelosos. Por ejemplo, si no es urgente salir de viaje mejor no hacerlo.

Hace poco varias empresas malagueñas, entre ellas Hutesa, asistieron a la feria agroalimentaria Gulfood de Dubái ¿Notó algo diferente en relación a otras ediciones?

Estuve en la feria Gulfood de Dubái y no vi mascarillas. Hubo menos afluencia porque faltaron los chinos, que son asistentes habituales. Pero la feria se desarrolló con normalidad. Las empresas malagueñas vamos a la Gulfood para vender a los países del Golfo, no a los chinos.

Volviendo al tema de la mujer trabajadora, ¿siguen estando discriminadas? La brecha salarial, por ejemplo, no se reduce

En la industria, sector donde soy empresaria, los convenios no permiten diferencias entre mujeres y hombres por un trabajo en la misma categoría laboral. Pero las mujeres tenemos además la gran suerte de ser madres, generadoras de vida, y eso hay que apoyarlo. Ser madre es un lujo. Ser empresaria, poder decidir sobre tu vida y ser independiente económicamente es otro. Las administraciones públicas deben ayudar a todo esto. No puede ser que las empresas sean siempre los que busquen las soluciones al tema de la conciliación. Hace falta apoyo público.

¿Por qué hay tanta controversia en torno al feminismo? Parece que estamos en un permanente debate semántico sobre lo que significa ese término.

Mi visón es que quiero que haya igualdad para todos. Ni me gusta el machismo ni el feminismo. Me gusta hablar de las personas. Pero, de momento, el debate sigue haciendo falta. Se ha recorrido mucho en el reconocimiento de las mujeres, y eso hay que valorarlo, pero dentro del mundo empresarial femenino, de las 300 primeras empresas de Andalucía sólo un 4% están lideradas por mujeres, la mayor parte multinacionales. Y son mujeres que ocupan puestos relevantes de dirección, pero no empresarias, que en realidad estamos por debajo del 1% ¿Cómo se mejora esto? Formando, haciendo pedagogía, ayudando a la conciliación. Las mujeres no tienen por qué ser obligatoriamente empresaria ni tenemos por qué salir todas a trabajar, igual hay quienes prefieren quedarse en casa, pero lo que sí es verdad es para tener esas opciones de vida tienes que estar formada. Cuando tienes esas herramientas es cuando puedes optar libremente por hacer lo que quieras. Si no tienes esas opciones no eres dueña de tu acción y dependes de otros. Por eso la formación es básica.