­Tanto en Fuengirola como en pueblos del tamaño de Alcaucín o Monda, sus alcaldesas viven la situación creada por la crisis del coronavirus con una disponibilidad plena. Si hace falta, son alcaldesas las 24 horas del día. Así están viviendo el confinamiento las regidoras Ana Mula (Fuengirola-PP), Ágata González (Alcaucín-PSOE) y María Fernández (Monda-IU).

Ana Mula (Fuengirola)

«Como todos los ciudadanos, estoy pasando estos días en casa. Es algo a lo que me está costando acostumbrarme debido a la intensidad de la actividad pública, con infinidad de contactos personales directos, que he mantenido, día a día, durante los últimos 30 años. Los últimos cinco como alcaldesa. A eso le añadimos mi propio carácter: inquieto y muy propenso al trato personal. No obstante, el ritmo frenético que seguimos manteniendo en el Ayuntamiento para afrontar esta situación, en la medida de todas nuestras posibilidades, hace que apenas tenga tiempo de pararme a pensar en ello. A la vez, estoy muy pendiente de mi madre, que es mayor. Afortunadamente, está bien de salud. Todos hemos de ser muy conscientes de la importancia de seguir las medidas dictaminadas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la enfermedad y cumplirlas a rajatabla. Estoy permanentemente en contacto con todo mi equipo, ya sea por teléfono o videoconferencia, con los técnicos municipales y con los representantes de todas las administraciones para, desde el Ayuntamiento, aportar toda la ayuda que nos es posible. Me paso el día frente al ordenador trabajando y atendiendo todas las cuestiones que van surgiendo. El Ayuntamiento, con casi todos en casa teletrabajando, está funcionando muy bien y creo que estamos sabiendo responder a esta situación tan complicada e inesperada. También los vecinos que, en su gran mayoría, están siguiendo las indicaciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias. En este sentido, me enorgullece que muchos empresarios, colectivos y particulares de la ciudad se hayan puesto en contacto con nosotros para ofrecer dinero, materiales o alimentos para ayudar a los vecinos y familias que peor lo están pasando. Siempre digo que Fuengirola es una ciudad sensible y solidaria, y en momentos como éstos se está demostrando con creces. Nos hemos puesto en contacto con más de 3.000 personas mayores, hemos tramitado más de 500 ayudas sociales de emergencia y estamos atendiendo más de 7.000 llamadas, más de 500 emails y más de 700 registros en nuestra sede electrónica. Fuengirola sigue funcionando y eso es lo importante. Por supuesto, la Policía Local, los Bomberos, Protección Civil, el Servicio de Limpieza, Policía Nacional y la Guardia Civil están a pleno rendimiento y todos estamos muy agradecidos a su sacrificio, profesionalidad y esfuerzo. Como alcaldesa y fuengiroleña lo que más me quita el sueño son las secuelas que ya está dejando esta situación en nuestra población y también en el resto de nuestro país. Ya estamos atendiendo a familias que están desesperadas porque no pueden pagar sus facturas, alquileres y ni siquiera comprar comida. Me preocupan mucho nuestros comercios, restaurantes y hoteles, que están sufriendo un daño económico del que les va a costar levantarse. Pero a todos ellos les digo que, aunque va a ser complicado y, seguramente lento, su alcaldesa y su Ayuntamiento van a estar al lado de todos ellos. Estamos trabajando día y noche para tomar medidas para apoyarlos. Estudiamos ayudas económicas, exenciones de tasas y otras medidas que tendrán por objetivo hacer que juntos podamos levantarnos lo antes posible de esta situación. Entre todos volveremos a retomar el ilusionante proyecto de ciudad que iniciamos en este mandato. Pero será cuando todos los sectores estratégicos y vitales de Fuengirola se recuperen de este golpe tan duro. No vamos a dejar a nadie atrás».

Ágata González (Alcaucín)

«Estoy poco en casa. Suelo estar en el Ayuntamiento o en la calle atendiendo a servicios como el de llevarle a las personas mayores sus medicamentos o haciendo las fotocopias con las tareas escolares para los más pequeños del municipio. Otro concejal, los voluntarios o yo misma somos quienes llevamos la medicina a las casas. Y, respecto a los deberes, a veces viene un padre a recogerlos y otras se llevan a domicilio. Lo estamos viviendo con miedo. Tenemos la población más mayor de la provincia, según un estudio del año pasado. De ahí nuestro miedo a que llegue el virus al pueblo. De momento, afortunadamente, no tenemos ningún contagio confirmado. Además, nuestro término municipal es muy extenso, tenemos 22 diseminados. A diario hacemos labores de limpieza en el casco urbano y también vamos a las barriadas. De hecho, a veces soy yo quien va guiando a los tractores en las labores de desinfeccion de los diseminados de Alcaucín. Estoy involucrada al 100%. Ahora es cuando más falta hacemos los alcaldes. Hay que estar al pie del cañón las 24 horas».

María Fernández (Monda)

«En el Ayuntamiento no ha quedado nadie, está todo el mundo teletrabajando. Solo algunos concejales y yo vamos por las mañanas. Intentamos distribuir entre la población toda la información que nos llega y transmitirles un mensaje de calma y tranquilidad. En Monda, vamos muy bien y aún no se han producido casos confirmados de coronavirus. La gente está respetando el 'quédate en casa' y solo se sale a comprar lo básico. El pueblo se está portando bastante bien. Eso sí, sufrimos la falta de epis (equipos de protección individual). Hemos adquirido algunos y se los hemos demandado al Gobierno central, la Junta de Andalucía y la Diputación. También nos ha donado Robonautas cubrecaras. Y los servicios operativos hacen las labores de limpieza y desinfección. Policía Local y Protección Civil cumplen igualmente con su labor. Por las tardes, trabajo desde casa igual que cuando estaba en el Ayuntamiento. Tengo que estar operativa las 24 horas del día. Además, hago con mis hijos un seguimiento de todos los deberes. Y, cuando puedo desconectar, toca cine, mucha lectura, un curso de flamenco por y Youtube y yoga. Aquí seguimos esperando que esto termine y volvamos a la normalidad. Luego será difícil».