El economato social de la Fundación Corinto de la que son patronas las cofradías malagueñas retomó este miércoles su actividad presencial en la tienda, ubicada en la Alameda de Capuchinos, después de que echase el cierre de forma preventiva con la declaración del estado de alarma.

Este economato social reabre extremando las medidas de seguridad e higiene para proteger tanto a sus voluntarios, el 90% son población anciana, como a los beneficiarios de este servicio, en torno a 600 familias vulnerables malagueñas, un centenar de ellas incorporadas en los primeros meses de la crisis del coronavirus.

«Aunque el economato había estado cerrado, nosotros hemos seguido dando la asistencia, no solo a nuestros beneficiarios, sino en mayo casi a 100 familias más de las que teníamos previstas», explica Amalia Gutiérrez, gerente de Corinto. En abril y mayo, la fundación compensó el cierre de la tienda presencial con la distribución de lotes de alimentos, productos infantiles y primera necesidad o bien con ayudas económicas.

De ahora en adelante, el economato funcionará por turnos y con un número más limitado de voluntarios, unos 50 frente a los 120 habituales de la fundación -solo se incorporan los que no pertecen a los grupos de riesgo aunque también se han sumado caras nuevas como apoyo durante el verano- que irán provistos con guantes y mascarillas. En cuanto a la asistencia al economato, la Fundación Corinto subraya que solo se podrá hacer una compra mensual completa y mediante cita previa; las familias deberán solicitar un día y una hora concreta cada mes para acudir a la tienda.

En el caso de los usuarios mayores de 65 años y, por tanto, pertenecientes a la población de riesgo, serán citados a primera hora de cada día.

Medidas en tienda

Solo podrá entrar a las instalaciones una sola persona, el titular o la persona autorizada del carnet, sin posibilidad de acceder con acompañantes o niños. Corinto informa de que el uso de mascarilla es obligatorio en el interior del economato, donde también facilitarán guantes y gel hidroalcohólico a los usuarios.

«Ya todos tenemos muy asumido el tema de las distancias, hemos implantado todas las medidas de seguridad y ya hemos arrancado de nuevo», cuenta ilusionada la gerente de Corinto. «Vamos con el equipo reducido y con más tiempo de apertura, porque hay que ir un poco más despacio con la cita previa, pero vamos muy bien y no hay incidencias».

Como ya ocurre en otros establecimientos, se ha diseñado un acceso y una salida diferenciadas para «evitar cruces innecesarios de personas» en el momento en el que realizan sus compras. Asimismo, los beneficiarios estarán informados con elementos de cartelería y señalética durante la estancia. Por su parte, los cajeros estarán protegidos con mamparas que aislan la caja del cliente.

Y en relación a las labores de desinfección, se higienizarán las zonas más susceptibles de contaminación como pomos, barandillas, tiradores... y se limpiarán los carritos después de cada uso.