La Diputación de Málaga ya ha formalizado la incorporación del no adscrito Juan Cassá-como portavoz y responsable de Relaciones Institucionales- pero el PP ha tenido que pagar como peaje su primera crisis de Gobierno. En un pleno extraordinario telemático, el 'fichaje' de Cassá ha sido aprobado sin el apoyo del único representante que le queda a Ciudadanos, el vicepresidente primero Juan Carlos Maldonado, quien en su intervención ha expresado la indignación existente en el seno de la formación que el ahora 'premiado' abandonó dando un portazo hace mes y medio: "Este pleno es un auténtico escándalo por el fondo y la forma en la que se ha realizado, Ciudadanos ha sido leal tanto en la Diputación como el Ayuntamiento, no tengo nada en contra de Cassá pero si no ha entregado su acta no debe entrar en ningún Gobierno y menos si está Ciudadanos en él, no tiene sentido la deslealtad del PP en una institución como la Diputación en la que tenía la estabilidad garantizada; el voto de Ciudadanos es en contra porque que se haga esto es un escándalo, sobre todo ahora en tiempos en los que tantas familias de la provincia lo están pasando mal".

Juan Carlos Maldonado llegó a poner su cargo de vicepresidente a disposición del PP para mostrar su desaprobación: "Como vicepresidente, mi cargo esta siempre a disposición del presidente, mi partido tendrá que aclarar con el PP lo que hoy se ha votado aquí, que esta en contra de mi visión personal de la política, yo no estoy en la política para ser vicepresidente, no estoy por los cargos y por eso lo pongo a disposición del presidente".

En cambio, Salado aseguró que respetaba que Ciudadanos votara de manera distinta e insistió en que seguirá trabajando con el partido naranja porque está "muy contento" con el trabajo que están realizando dentro del Gobierno de coalición en el que ahora aterriza Cassá.

Asimismo el presidente provincial se defendió de los ataques de la oposición recordándole a los portavoces de PSOE y Adelante, José Bernal y Teresa Sánchez, sus experiencias como alcaldes de Marbella y Alhaurín el Grande, respectivamente, e incluso al socialista le afeó su amistad con el regidor torremolinense José Ortiz, que gobierna con el apoyo de ediles que abandonaron las disciplinas de Vox y Ciudadanos.

En la sesión, los 15 diputados del PP sacaron adelante con el único apoyo del propio Cassá todos los trámites necesarios para hacer posible la llegada del nuevo diputado no adscrito a la órbita del PP con una nueva retribución económica. En realidad, Cassá ha sido 'repescado' por el PP de modo que ahora volverá a cobrar el sueldo de unos 73.000 euros que percibía como portavoz en la Diputación y había dejado de cobrar desde que pidió el paso al grupo de no adscritos. En total, la suma de toda su actividad en la Diputación y su vinculación como concejal al Ayuntamiento de Málaga le reportará una cifra cercana a los 90.000 euros.

No obstante, fuentes de la Diputación aclararon que "en la práctica, Cassá no formará parte del Gobierno". "Juan Cassá va a tener tareas y funciones representativas como responsable de Relaciones Institucionales y portavoz, pero no ejecutivas y no formará parte de la Junta de Gobierno", precisaron.

Esta versión se ajusta a la delgada línea marcada por el líder regional de Ciudadanos, Juan Marín, quien al mediodía en Marbella aseguró que espera que el PP respete sus acuerdos con Cs y avisó de que "Cassá no puede formar parte de los gobiernos".

"Es un tránsfuga y ya no forma parte de la formación naranja; Cassá no puede formar parte, en este caso, de los gobiernos, y si lo hace a partir de ese momento nuestra formación tendrá que tomar sus decisiones", avisó el vicepresidente regional y socio del PP andaluz en la Junta.

Pleno telemático

Aunque se apoyó en el formato de videoconferencia, en el Salón de Plenos se dieron cita ocho de los representantes del PP, dos diputados del PSOE entre los que no figuraba el portavoz José Bernal y el único miembro de Ciudadanos, el vicepresidente Juan Carlos Maldonado, que aguardó inicialmente acontecimientos en silencio en la misma mesa principal que ocupaban el presidente Francisco Salado y la vicepresidenta del PP Margarita del Cid. Juan Cassá brilló de nuevo por su ausencia en el plenario y optó como en otras convocatorias por quedarse en su despacho en la propia sede de la institución provincial.

Este pleno extraordinario fue convocado por la Diputación, con carácter urgente, durante la noche del martes solo unas horas antes de su celebración y tras unas jornadas anteriores muy tensas en las que Ciudadanos ya le había hecho ver al PP su oposición a que Cassá fuese incorporado al Gobierno provincial.

El modo en el que se llevó a cabo la convocatoria fue criticado durante su intervención telemática por el portavoz socialista José Bernal, al que Salado replicó justificando la urgencia.

Después de que el político asturiano abandonase a principios de mayo la disciplina del partido naranja sin entregar sus actas y pasase a ser representante no adscrito tanto en la Diputación de Málaga como en el Ayuntamiento de Málaga, el primero en ofrecerle un puesto en su Gobierno fue el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, temeroso de que Cassá pudiese apoyar una moción de censura que le entregase la vara de mando al PSOE.

Críticas de la oposición

El portavoz del PSOE, José Bernal, dijo que había sido "el pleno de la indecencia, que se constituye sólo y exclusivamente para asignar un sueldo a una persona mientras el resto de los malagueños y malagueñas lo están pasando mal". "Es un pleno donde hay un galimatías de números, de sueldos, y una estructura que cambia para que no cambie nada, y poder justificar así el cambio de un sueldo; el presidente de la Diputación, Francisco Salado, anunció que el acuerdo para que Cassá entrara en el gobierno era un acuerdo para la estabilidad de la Diputación y de la provincia y, después de un año, ese acuerdo de estabilidad del que presume lo único que ha producido es que por primera vez los dos socios de gobierno, los dos partidos que conforman el gobierno de la Diputación, PP y Ciudadanos, voten diferente y no sólo que voten diferente, sino que se posicionen claramente diferente", sentenció Bernal,

La portavoz de Adelante, Teresa Sánchez, señaló que "un auténtico despropósito se ha apoderado de todo el pleno". A su juicio, " el pleno de hoy es el mejor ejemplo del descrédito a las instituciones, no solo por las formas, por la deslealtad de avisar mediante WhatsApp a las 10 de la noche de un pleno, sino por el fondo pues para el PP no es urgente que los municipios reciban financiación pero tiene la desfachatez de convocar un pleno extraordinario urgente para que un diputado no adscrito cobre su sueldo a final de mes; al PP le salen las cuentas para mantener el Ayuntamiento de Málaga con financiación de la Diputación y a Cs también le salen las cuentas, sobre todo al señor Cassá".

"La postura de Maldonado en el pleno votando en contra ha sido puro postureo, la coherente con lo que ha manifestado sería dejar el cargo; sin embargo, pone su cargo a disposición del presidente y se remite a su partido", añadió.

Tensión previa

Pese al rechazo reiterado por el socio naranja de Gobierno del PP en sendas administraciones, tanto De la Torre como el máximo dirigente provincial de los populares, Elías Bendodoy finalmente lo atrajeron hasta la órbita del PP como portavoz de la Diputación y así evitar la pérdida de la alcaldía capitalina en la que la formación de centro-derecha mantiene el poder desde hace un cuarto de siglo.

Aún no ha transcurrido el primer año de legislatura y ya se ha producido la primera discrepancia seria entre PP y Ciudadanos en la Diputación, donde a diferencia del Ayuntamiento de Málaga basta el voto de Cassá para sumar una mayoría. En cambio, en la Casona del Parque el voto de la única edil naranja, la responsable municipal de Cultura y Deportes Noelia Losada, sigue siendo imprescindible para la gobernabilidad municipal.

En las horas previas al encontronazo, ya se palpaba el enfrentamiento en el ambiente. Tanto el vicepresidente provincial Juan Carlos Maldonado y la concejala de la capital malagueña Noelia Losada se reunieron durante la jornada del martes en la propia Diputación, acompañados por sus respectivos, para analizar el órdago que ha traído el 'efecto Cassá'.

El propio Juan Cassá fue quien, una vez más, apuntaló el aire de esperpento valleinclanesco que envuelve su paso por la política malagueña. En los instantes previos al pleno que oficializaba su 'fichaje' por el PP, publicó un tuit de apoyo a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de una institución como la Comunidad de Madrid en la que el pacto PP-Ciudadanos tampoco pasa por su mejor momento. "Ánimo presidenta! Toda la fuerza, lo está haciendo usted muy muy bien!", escribió Cassá fiel a su costumbre de actuar en clave y sin dar la cara. Precisamente, en su timeline de Twitter los dos únicos políticos de los que ha retuiteado algún mensaje en los últimos tres días son el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente provincial Francisco Salado, los dos nuevos aliados a los que Cassá se ha encomendado para seguir viviendo con extraños privilegios de la política institucional.