Un total de 692 malagueños han sido denunciados por la Policía Local de Málaga por participar en fiestas o eventos ilegales en los que se supera el aforo permitido por las restricciones sanitarias para hacer frente al Covid-19 o se producen aglomeraciones desde principios de agosto hasta los primeros días de noviembre, periodo que lleva vigente el decreto 21/20 del 4 de agosto, dictado por la Junta de Andalucía, para imponer el régimen sancionador en caso de incumplimiento de medidas ya acordadas.

En concreto, y por meses, fueron sancionadas por la Policía Local en la capital 174 personas en agosto por asistir a estos eventos ilegales, ya sea en establecimientos o en casas privadas; 224 fueron denunciadas en septiembre, 284 es la cifra de octubre y, durante los primeros días de noviembre, los agentes del cuerpo de la policía municipal han realizado diez servicios de esta naturaleza.

Lo que se sanciona, en concreto, es lo recogido en el siguiente enunciado: «La celebración de reuniones, fiestas o cualquier otro tipo de actividad o acto permanente o esporádico, sea de carácter privado o abierto al público, en espacios privados, en los que se produzcan aglomeraciones que impiden o dificultan la adopción de medidas». Las sanciones oscilan entre los 100 y los 600.000 euros, según se tipifique la infracción al decreto de leve, grave o muy grave.

En este sentido, y por distritos, es el Este la zona de la capital en la que más ciudadanos han sido sancionados por acudir a fiestas ilegales en domicilios o establecimientos (283), seguido del Centro, con 124 denunciados, Teatinos-Universidad con 93, 89 en Cruz de Humilladero, 40 en Palma-Palmilla, 28 en Bailén-Miraflores, 20 en Carretera de Cádiz y cinco en Puerto de la Torre.

En ninguna estadística policial, recogida en su sistema informático, se puede determinar exactamente el número de fiestas o eventos ilegales celebrados bien sea en domicilios privados bien en negocios o locales de diferente naturaleza hostelera, sino que cuando una patrulla policial llega a un sitio en el que se incumple la norma suele sancionarse a todos los presentes. En muchas ocasiones, ni siquiera se refleja que la infracción venga por estar en una fiesta ilegal, sino, por ejemplo, por no llevar mascarilla, lo que también ocurre a menudo.

De cualquier forma, las sanciones aprobadas el pasado mes de agosto por la Junta de Andalucía para castigar las formas de proceder más temerarias de los ciudadanos en relación al coronavirus son duras: se comete una falta leve, castigada con multas de entre 100 y 3.000 euros, por poner en riesgo hasta a 15 personas (por ejemplo, por no llevar mascarilla o usarla mal); las multas van de los 3.001 a los 60.000 euros cuando se pone en riesgo a entre 15 y 100 individuos, es decir, la conducta ha sido grave. Se considera muy grave el hecho de poner en riesgo de contagio a más de 100 personas, con lo que las sanciones van de los 60.000 a los 600.000 euros. En esta última podría incurrirse, por ejemplo, en el caso de incumplimientos de aforo en establecimientos o cuando se celebren fiestas o reuniones prohibidas con aglomeraciones o, incluso, cuando se aporta documentación falsa a las autoridades.

La Junta, de hecho, advirtió en la rueda de prensa de presentación de estas sanciones, en boca del consejero de Presidencia, Elías Bendodo, de que iba a ser muy tajante para que se cumpliera este abanico de multas «a rajatabla». El régimen sancionador, de hecho, no excluye la responsabilidad civil, penal o de otro orden que, en su caso, pudiera exigirse, por lo que cuando se aprecie que una infracción pueda suponer un delito o falta se dará traslado inmediato al ministerio fiscal y se suspenderá la tramitación de la sanción impuesta mientras se resuelve.

Sin ir más lejos, la Policía Local informó esta semana de que el pasado sábado 21 de noviembre una patrulla desalojó a 150 personas que presenciaban un concierto en directo que «sobrepasaba» la terraza de un bar, encontrándose parte de los asistentes ocupando parte de la vía pública que trascendía la fachada del mismo. Los hechos ocurrieron a las 16.15 horas. Al llegar los agentes, estos observaron que en la zona de la terraza había unas 30 mesas ocupando la calle, así como que se estaba celebrando un concierto con tres personas tocando en directo. La distancia de separación entre mesas era inferior a 1,5 metros, a lo que se sumaba, según el atestado policial, que en algunas de ellas había más de seis individuos.