Vivienda

El IMV incoa desahucio a una anciana con alzheimer

Una vecina de García Grana no se subrogó como arrendataria tras morir su marido - El IMV responde que el problema tiene fácil solución

Victoria Reyes, con su madre con alzheimer en su casa de García Grana.

Victoria Reyes, con su madre con alzheimer en su casa de García Grana. / Paula Guardián

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) ha incoado un procedimiento de desahucio contra Antonia Melero, una vecina de la calle Záncara, en la barriada de García Grana de 87 años, enferma de alzheimer desde hace cuatro años, por ocupar sin título su casa, un bajo de 59 m2, al no haber respondido el pasado octubre al requerimiento del IMV para que se subrogara como arrendataria de la vivienda.

El IMV recuerda en el escrito que, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, tenía tres meses para subrogarse a partir de la muerte de su marido, que se produjo en 2007.

Al no contestar al requerimiento de octubre de 2020, el pasado 3 de febrero se le notificó la incoación del procedimiento de desahucio. La familia ya ha presentado alegaciones.

Se da la circunstancia además de que Antonia y su marido eran dos de los vecinos más antiguos de García Grana, al vivir en las chabolas del arroyo del Cuarto y ocupar las viviendas originales de la primera barriada, demolida para construir la nueva. De hecho, los hijos de Antonia conservan el contrato original de alquiler que firmó su padre en 1960.

«¿Cómo puede el IMV solicitar subvenciones de ayudas de alquiler a nombre de una persona que no es titular del contrato de alquiler?», se pregunta la abogada

En el escrito de alegaciones, la abogada ha presentado informes médicos sobre el «proceso degenerativo» de las facultades intelectuales y físicas de la inquilina, a quien además se le ha solicitado en el juzgado la declaración de incapacidad.

Por otro lado, también alega que la documentación para subrogarse ya fue aportada en 2011, por requerimiento del IMV, al tiempo que en un par de ocasiones, el IMV gestionó ayudas de alquiler para Antonia Melero.

«¿Cómo puede el IMV solicitar subvenciones de ayudas de alquiler a nombre de una persona que no es titular del contrato de alquiler?», se pregunta la abogada, que recuerda que en una notificación de 2016 del IMV el marido de Antonia aparece como adjudicatario antiguo de la vivienda y la viuda como adjudicataria actual.

Por su parte, Rafael Martín, representante de la Federación Provincial de Asociación de Vecinos Solidaridad, calificó el pasado miércoles de «injusticia» la incoación del procedimiento de desahucio y mostró el apoyo de los vecinos a Antonia Melero y su familia.

Para algunos vecinos, esta notificación sería una represalia por el activo papel que juega Victoria Reyes -hija de Antonia y la persona que la cuida a diario- en defensa de los intereses del barrio. «Esto es una represalia por ayudar a los pobres y a los analfabetos», aseguró una de las vecinas.

Victoria Reyes, por su parte, se preguntó: «¿Cómo se ha atacado a una persona y con esta enfermedad?» y descartó el hacer firmar a su madre un papel en el que pida la subrogación como le ha sugerido el IMV, informó. «Eso no se puede hacer, es un delito», argumentó.

Victoria con vecinos y el dirigente de Solidaridad.

Victoria con vecinos y el dirigente de Solidaridad. / Paula Guardián.

Respuesta del IMV

Fuentes del IMV señalaron el miércoles a La Opinión que la notificación enviada a Antonia Melero es «una carta tipo», como la que se envía a otros inquilinos cuando se producen estas circunstancias, obligados por la Ley de Arrendamientos Urbanos y negaron que tenga que conllevar un desahucio de forma automática.

En todo caso, indicaron que la solución es sencilla: «Lo único que tiene que hacer es presentar un papel solicitando la subrogación y un certificado del Registro de la Propiedad de que no tiene una vivienda en propiedad. Es tan sencillo como eso», subrayaron estas fuentes.

Por último, informaron de que el IMV está estudiando llevar a Victoria Reyes a la Fiscalía por una posible «manipulación» para que, cuando fallezca su madre, la vivienda no pase a un hermano, «que está empadronado en la casa».