Entrevista | Francisco Marín Director de ‘Futuribles’

«Málaga ha creado un marco donde se han reunido los actores de la innovación»

«En España no tenemos, ni mucho menos, un déficit de talento innovador. Lo que se echa en falta es una verdadera apuesta de país prolongada en el tiempo»

Francisco Marín, director de ‘Futuribles’.

Francisco Marín, director de ‘Futuribles’. / La Opinión

Francisco Marín, director de proyecto Futuribles, es Premio Nacional de Innovación 2020 y exdirector general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial. Marín trabaja cada día para que el ciudadano tome conciencia de la importancia que tiene la innovación en sus vidas. 

¿Cómo surge la idea de ‘Futuribles’?

Es una coincidencia entre la idea que tiene Prensa Ibérica y una aspiración mía desde que dirigí el CEDETI, periodo en el que detecté una escasez en la difusión de las ideas de la I+D+i en núcleos que no fueran Madrid, Barcelona o Bilbao. Fuera de estos sitios, y aunque Málaga es una excepción, hay poco o ningún debate sobre este aspecto. Los ciudadanos de este país tienen que darse cuenta de que el I+D+i tiene que formar parte de sus vidas. Prensa Ibérica, que tiene periódicos por todo el país, era el mejor vehículo para llevar a cabo esta iniciativa y rápidamente hubo una convergencia entre nosotros.

¿Qué radiografía hace de la innovación en España? La inversión es de un 1,4 del PIB, muy poco, ¿no es así?

Mi radiografía solo puede ser crítica. Somos la decimotercera potencia económica del mundo; en Ciencia, una materia en la que tampoco estamos bien, los datos dicen que somos el décimo país del planeta en publicaciones científicas. Si nos vamos al ranking de innovación nos situamos más o menos en el puesto 30. Hay tanta distancia entre uno y otro que está claro que merece la pena trabajar en este sentido.

¿Cómo evalúa la posición de Málaga como polo de atracción de empresas tecnológicas? ¿Qué ha hecho bien nuestra ciudad para vivir este boom tecnológico?

Málaga es un caso de estudio. Es una ciudad mediana pero la persistencia en el tiempo de una política firme y continuada de sus responsables ha dado los resultados que hoy en día ofrece la ciudad. Lo que hay que aprender es que esto no es una apuesta de uno o tres años. Málaga lleva muchos años, décadas, poniendo las condiciones para crear un ecosistema innovador y atraer talento. Las diferentes políticas que se llevan a cabo deben estar por encima del signo de los partidos que gobiernan. Málaga ha mantenido una política clara, ha eliminado todas las barreras que impedían a los emprendedores establecerse en la ciudad, ha dado facilidades, el PTA, la UMA, etc. ha creado un «efecto invernadero» para que las plantas florezcan. La clave está en que ha sido mantenido en el tiempo.

El ecosistema de startups, aceleradoras de empresa e incubadoras en nuestra ciudad es realmente importante. El papel de la UMA tiene una gran importancia al igual que el del PTA.

En I+D+i ya no hablamos de países, hablamos de ecosistemas y de entornos donde coexisten todos los actores de la innovación. No hay éxito si no hay una Universidad, si no hay un capital inversor, si no hay un Parque Tecnológico y si no hay centros de trabajo. Málaga ha sido capaz de establecer un marco para que todos estos actores se reúnan. Salvando las distancias, Silicon Valley es esto: inversión pública y actores que se juntan para formar un ecosistema, y esto Málaga lo ha sabido hacer. Todo esto es mucho mérito de los gestores malagueños que han tenido toneladas de voluntad para ser capaz de reunir a la gente.

Hace poco salió un informe que decía que las empresas españolas obtenían un 5 sobre 10 en digitalización, aspecto este bajo para un país que es top-15 en la economía mundial. ¿Qué deben hacer las empresas para subir esa nota?

Nosotros no tenemos un déficit de talento, ni mucho menos. Lo que no tenemos es una «apuesta de país». España tiene que apostar. Si fuéramos compradores y diseñadores de la tecnología que necesitamos, la cosa cambiaría, pero por el momento solo compramos lo que otros desarrollan. No es problema de talento, es un problema de apuesta a largo plazo.

Dos preguntas en una: ¿Cómo se fomenta el talento español? y ¿qué hay que hacer para atraer el talento de fuera?

Hay que mejorar las enseñanzas universitarias y sobre todo la Formación Profesional. Está demostrado que los países punteros en innovación son los que tienen un tejido intermedio de técnicos que generan muchísima innovación interna. Hay que dar un acelerón a la Ley de Formación Profesional. Para atraer talento, España lo tiene fácil, hay pocos lugares tan atractivos para atraer a los nómadas digitales. Lo que hay que hacer es flexibilizar las condiciones de acogimiento, y en este aspecto queda mucho todavía por hacer a nivel de país.

¿Se están dando los pasos apropiados para agarrarnos definitivamente hacia lo sostenible?. Las empresas del Ibex 35 parece que han emprendido el camino pero ¿cuál es la situación de las pequeñas y medianas empresas? ¿Cómo se fomenta la innovación entre la población?

La sostenibilidad es una oportunidad de negocio y las grandes corporaciones se han dado cuenta de ello. Hay que esperar al «efecto tractor» en el que las Pymes se vean arrastradas e influenciadas por la labor sostenible de los más grandes. La ciudadanía, de momento, no valora los efectos positivos del I+D+i pero simplemente pasa porque no se lo hemos explicado y ‘Futuribles’ es un gran ejemplo y una gran oportunidad para hacerlo.

¿Estamos ante una oportunidad histórica de utilizar los fondos Next Generation para afrontar los retos tecnológicos, de innovación y de sostenibilidad?

Tienen que serlo porque están diseñados para eso y solo sirven para esto. El que piense que estos fondos se pueden dedicar a otros aspectos está totalmente equivocado. Estos fondos han de servir para transformar Europa, y España lo está haciendo muy bien. Los primeros 10.000 millones ya están aprobados. En varias generaciones no vamos a tener una oportunidad como esta.

¿Qué papel juegan las nuevas generaciones en todo este entramado? ¿Se necesita una revisión profunda de nuestro tejido empresarial e incluso del sistema educativo para darles cabida en el nuevo sistema que se avecina?

Lo primero que hay que hacer es cambiar el mecanismo de innovación en un sistema educativo que está basado en unos valores que no tienen nada que ver con la innovación. Hay que cambiar desde la escuela el mecanismo con el que uno progresa. A pesar de las dificultades, el cambio en los últimos años es muy significativo. Ahora la gente quiere ser abogado, ingeniero o médico pero las nuevas generaciones de estas profesiones quieren emprender, quieren innovar. Y para calar en este mensaje vuelvo al tema de la importancia del mensaje y del trabajo de los gestores públicos, porque el mensaje cala y esto es lo que hay que vender.