Crónicas de la ciudad

Sistema dunar en la Travesía del Pintor Nogales

El fallido terrizo compacto de esta cuesta junto a la Aduana es dinero público desperdiciado que, además, puede provocar un traspiés al más despistado

Detalle del terrizo compacto de Pintor Nogales, en plena descomposición.  | A.V.

Detalle del terrizo compacto de Pintor Nogales, en plena descomposición. | A.V. / Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

La reciente restauración municipal de la ‘Jaula para pájaros’ del artista Jaume Plensa ha evidenciado que no todo material vale para una obra instalada en un espacio público, en este caso en la plaza de Félix Sáenz. Desde luego, esta airosa escultura de latón dorado que ahora cumple 20 años no parece muy receptiva al salitre que entra por vía casi directa desde Puerta del Mar.

Fuentes cercanas al Ayuntamiento resaltan a esta sección que, por su material, no puede cumplir la función de escultura urbana, así que quizás haya que restaurarla en un futuro si el Mar de Alborán se empeña en seguir junto a nuestras costas.

En cualquier caso esta obra moderna, en ocasiones empleada como amarre de bicicletas, además de como ‘dazibao’ malaguita en el que anunciar las ofertas más peregrinas, nunca alcanzó el grado de decadencia del busto al ministro malagueño Carlos Rein, que se encuentra en la barriada de Torres de la Serna, junto a la Tabacalera.

Como sabrán quienes frecuentan tanto la barriada como esta sección, la esfinge de Gizeh se ha estropeado menos en 4.500 años que esta obra que, como quien dice, es de antes de ayer. El único gesto que parece haber tenido el Consistorio fue devolverle la cabeza, pues la perdió hace unos 15 años.

En la misma línea de ‘desbandada masiva’ de materiales hay que incluir el supuesto ‘terrizo compacto’ de la Travesía del Pintor Nogales, una fallida ocurrencia para romper la monotonía de la reurbanización de la calle y no dejar así todo con idéntica solería.

El tramo de acera de piedra verde que se extrajo para dejar paso al terrizo era, para algunos, de los años 20 del siglo pasado y por tanto una de las más antiguas de la ciudad. Por suerte, puede contemplarse hoy en el patio del Museo de Málaga, pues allí fue trasladada. Pero lo que se puso en su lugar es tan acertado como invitar a Boris Johnson a estudiar a tu casa la noche antes de un examen.

El terrizo compacto, con un nombre comercial, es uno de esos inventos que se extendió como la pólvora entre los consistorios más ilusos de España y Málaga no podía ser menos.

En lugar de probarlo a fondo, que habría sido lo ideal, nos lo encontramos ya en numerosos espacios de nuestra ciudad en diferentes estados de descomposición.

El terrizo del Pintor Nogales es una especie de ‘sistema dunar’ de inquietantes consecuencias para los peatones, sobre todo a primera y oscura hora de la mañana. Cuidado con todo este dinero público desperdiciado, no vayan ustedes a ‘hocicar’.