Productores de aguacates retoman la recolección tardía tras normalizarse los precios

El aguacate vuelve a recuperar su sitio. Es una noticia que desde Semana Santa esperaban con desesperación miles de productores de esta fruta subtropical en la comarca de la Axarquía, el Valle del Guadalhorce y ciertas áreas del entorno de Estepona. Que en origen se haya recuperado la barrera mínima de los 2 euros por kilo ha aliviado esta semana la enorme incertidumbre arrastrada durante todo un trimestre.

Muchos agricultores han actuado con demasiado pesimismo, también por la situación de estrés hídrico que tanto perjudica a este árbol (mucho más necesitado de agua de calidad que variedades como el mango). Así se han empezado a sustituir por otras variedades algunas fincas situadas en municipios del interior de la comarca de la Axarquía, «guiados de manera exagerada por la baja rentabilidad de esta campaña, antes que por unas restricciones para el riego que han sido las menos acusadas del último lustro».

«Hay aspectos que mucha gente conoce en cuanto a precios. La Axarquía, que es la principal productora de subtropicales de Europa, nunca ha tenido un peso importante en los mercados internacionales, como para poner precios a esta fruta. Estamos en un mercado global y con la guerra en Ucrania y la inflación, el aguacate ha sido de las variedades que se han desplomado», manifiesta el técnico agrícola Antonio Maestre.

Como voz imparcial en cuanto al análisis de ese desplome de precios que hubo en primavera, apunta a la reapertura con las fronteras con África, a través de Marruecos, a la proliferación millonaria de nuevos suelos para el aguacate en Perú y Colombia o a la falta de reguladores de precios en origen como principales causas para la bajada que parece haber tocado fin.

Una joven emprendedora que acaba de establecerse junto a su pareja en Benamargosa, Adela Fernández, apunta que por su experiencia en Vélez-Málaga como envasadora de estas frutas subtropicales «lo ideal es que las fincas no apuesten todas sus cartas a un mismo cultivo». Así relata que el mango necesita menos agua, tiene un precio más estable alrededor del euro y, al proporcionar más kilos por árbol, resulta como una especie de seguro para las explotaciones. «Es como si fuese el diesel de los subtropicales», agrega.

Alcaldes axárquicos consultados por este periódico en las últimas horas aluden directamente a la situación del embalse de La Viñuela y la sequía que arrastra desde hace años justo el extremo más oriental de la provincia. Expresan que el campo malagueño no tiene recursos hídricos suficientes para convertir todo el secano que durante siglos fue para viñas y olivares en «una especie de región amazónica». El debate se encuentra justo ahora «más caliente» que nunca, pese a que no hay «restricciones drásticas a la vista».

La sandía supera en origen al melón con el kilo a 40 céntimos

Las agrupaciones agrarias incidían ayer en la recuperación de algunas variedades hortofrutícolas, en cuanto a sus precios en origen, pero también apuntaban al fenómeno de la falta de sandías en distintas áreas del país. Así, la Mesa de Precios de Melón y Sandía en Castilla-La Mancha ha abierto la campaña, con una primera sesión, marcada por el coste en origen de la sandía, muy por encima del fijado para el melón.

La sandía negra o blanca sin pepitas cotiza para la primera categoría a cerca de 40 céntimos por kilo, mientras que para la segunda categoría incluso ha superado los 30. Sin embargo, el melón arranca en su categoría extra sin superar esos 30 céntimos por kilogramo.

El problema en cuanto a estas frutas de temporada es la falta de existencias en una comunidad autónoma como la manchega que sí es capaz de marcar precios. Porque en la provincia malagueña la producción de estas variedades es prácticamente residual.

El presidente de la mesa reseñada, Cristóbal Jiménez, alude a una cuestión que es común a otras variedades. «Hay poco producto aún, se tiene que generalizar la campaña», manifiesta. Y este factor también es reseñado por los productores malagueños de otras variedades típicas del verano, desde tomates a uva moscatel.

Sólo en la región manchega hay «una merma de melones que se estima en casi un veinte por ciento». En este escenario, agricultores malagueños que llevaban décadas sin cultivar estas variedades no descartan plantearse la recuperación de las mismas de cara a 2023. Porque el precio marca tendencia.

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