«Las huelgas en las aerolíneas y la inflación han impedido superar la ocupación de 2019»

Arranca septiembre y es tiempo de balances. El vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Javier Hernández, resume en esta entrevista algunas de las claves de unos meses de julio y agosto que han deparado cifras de ocupación prácticamente iguales a las de 2019, las de referencia con anterioridad a la pandemia.

¿Podemos decir, después de dos veranos tan complicados, que turísticamente empiezan a ver la luz al final del túnel?

El balance con los datos sobre la mesa es bastante positivo. Porque si unes los datos de julio y los de agosto de este año, resulta que la ocupación durante el primer mes acabó con un 2% por encima de los números de 2019, mientras que en agosto hemos acabado con un 1,8% menos que hace tres años. Prácticamente los datos de ocupación media de los hoteles de la Costa del Sol son similares a los que había antes de la pandemia. Por nuestra parte estamos satisfechos.

No obstante, con los avances de asientos previstos que arrojaba el aeropuerto de Málaga, se esperaba un récord que finalmente no ha llegado.

Lo han impedido las huelgas en las aerolíneas, que han forzado la cancelación de alrededor de 15.000 vuelos en Europa. Pero también la inflación, ese miedo instalado en todo nuestro continente ante la posibilidad de que tengamos un otoño e invierno muy complicados. Las cifras nos dan la razón en este sentido. Mercados como el británico o el alemán, el francés o también el irlandés han estado por debajo en cifras de demanda respecto a hace tres años.

«Más de la mitad de los visitantes de este verano han vuelto a ser turistas nacionales»

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Son pérdidas millonarias y, sin embargo, la facturación han podido mantenerla.

Hemos suplido para igualar la ocupación de 2019 todos esos mercados con la mayor presencia de turistas belgas u holandeses. Y sobre todo, aunque no hemos llegado a los números de 2021, que fueron históricos, los turistas nacionales han vuelto a apostar por Málaga, por el destino Costa del Sol. De hecho seguimos en este apartado por encima de 2019, con los visitantes españoles alcanzando un peso del 50% al 55% en el acumulado. Es cierto que nuestros balances van por barrios. Precisamente los municipios que más sufrieron las restricciones de países de la Unión Europea o de Reino Unido este año no han tenido tales limitaciones y ahí la demanda ha sido mayor. Y los términos con más turismo nacional han caído respecto al año pasado, aunque manteniendo una ocupación importante.

¿Qué otras oscilaciones por países han registrado?

El año pasado tuvimos como curiosidad muchos clientes franceses de origen magrebí, que no pudieron bajar a Marruecos por el cierre de fronteras. En las estadísticas este año no los hemos tenido. Y otra circunstancia especial parte de la estancia media. El extranjero ha apostado por venir más días y el turista nacional ha reducido el periodo de estancia, sobre todo por el miedo a la inflación y las malas perspectivas de cara a los próximos meses.

La provincia de Málaga vive su mejor julio hotelero y encara la senda de la recuperación turística

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Apuntan ustedes desde hace meses que las cifras de ocupación de este año están condicionadas por la caída de la rentabilidad que viene derivada de la factura eléctrica y el aumento de los precios en las materias primas.

Los números están a la vista de todo el mundo, porque cualquiera ha podido observar el aumento de su propia factura eléctrica. En cifras totales, para el conjunto de los hoteles y alojamientos asociados a nuestro colectivo, la subida va a ser en el último año de unos 68 millones de euros. Si pagábamos como consumo total de nuestros asociados un total de 27 millones de euros, hemos calculado que este año nos vamos a situar en cerca de 100 millones. Casi se ha triplicado el gasto sólo en este capítulo, al tiempo que los precios de las estancias han aumentado entre un 12% y un 15%, pero no como consecuencia de la inflación. Es la demanda la que pone o marca nuestros precios de venta al público.

¿Cabe el optimismo de cara a los próximos meses, a la vista de los análisis que hicieron a finales del pasado año?

Hay buenas sensaciones teniendo en cuenta de dónde venimos. Creemos quienes formamos parte de la dirección de esta asociación que vamos a poder consolidar la recuperación. Pero aunque la temporada alta ha sido equilibrada, con números de 2019, tenemos que recordar que serán los meses de otoño y el arranque del invierno los que marquen el balance positivo del año. Tuvimos en el primer trimestre de este año una caída de la ocupación media de casi el 20% sobre el mismo periodo de 2019, como ya informamos en nuestras evaluaciones mensuales, aunque el segundo trimestre se cerró con un dos o un tres por ciento por encima de los registros alcanzados hace tres años.

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