Crónicas de la ciudad

Rodríguez de la Fuente, sano y salvo en El Morlaco

El grupo escultórico al famoso naturalista burgalés continúa en buen estado en el Parque del Morlaco, después de años en manos de depredadores locales

El grupo escultórico, en el Parque del Morlaco.

El grupo escultórico, en el Parque del Morlaco. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Una de las estampas más tristes de Málaga y de cualquier ciudad civilizada se produce cuando cabestros anónimos, normalmente con el nivel cultural y la sensibilidad de un yunque, se despachan a gusto contra las estatuas públicas, evidencia de que el cariño y la admiración con el que fueron erigidas muchas de ellas les importa un pimiento morrón.

Son tantos los miles de euros que esta ciudad se gasta en adecentar las estatuas y esculturas públicas, pintadas, rayadas o rotas por estos chusmones de bellota, que con el dinero invertido los últimos lustros se podría reforestar desde Málaga a Toledo, sin pasar por Malagón.

Quizás el más castigado por nuestros homínidos con DNI haya sido el grupo escultórico en homenaje al naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, protagonista de muchas crónicas por su continua vejación.

Porque el grupo escultórico lo costearon miles de niños de Málaga tras la muerte en accidente de aviación de Rodríguez de la Fuente en 1980. Realizado por el escultor de Casarabonela Antonio Arjona, fue emplazado en los Jardines de Picasso, la zona verde por excelencia durante la Transición.

Sin embargo, en cuanto la pequeña pero activa horda de mamíferos que tenemos que soportar en esta ciudad localizó la obra de arte no cejó hasta destrozarla y deformarla: al pobre de Rodríguez de la Fuente le arrancaron los dos brazos y lo dejaron como la Venus de Milo y con este acto vandálico se marchó de propina el azor que sostenía en el brazo izquierdo, así como parte de las plantas que cubrían su cuerpo, pues la obra es alegórica y lo representa en perfecta fusión con la Naturaleza.

Tantos fueron los daños, que el Ayuntamiento, para que no fueran a más, convirtió la rocalla donde se encontraba en un parapeto vegetal, con el fin de que quien se atreviera a tocarlo tuviera que encontrarlo antes.

El grupo escultórico, completo en la actualidad en El Morlaco.

El grupo escultórico, completo en la actualidad en El Morlaco. / A.V.

En 2018 cesaron los ataques homínidos cuando el propio Arjona se lo llevó a restaurar a su taller. Por entonces el Consistorio ya planeaba trasladarlo de sitio.

En 2020, poco antes del confinamiento de marzo, el alcalde y Odile Rodríguez de la Fuente, hija del homenajeado, reinauguraron el monumento a la entrada del Parque del Morlaco, sobre un gran soporte circular de acero corten.

Detalle de la hoja firmada por unos niños.

Detalle de la hoja firmada por unos niños. / A.V.

La obra ya no ha vuelto a sufrir ataques salvajes y está intacta. Hace una semanas, al constatar esta sección su estado de revista, tenía al pie una hoja y un clavel sujetos con una piedra. En la hoja firmaban varios «Niños de Málaga», en recuerdo a Félix. Como entonces, como ahora.

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