Investigación

Malagueños en el Ártico

Científicos de la Universidad de Málaga vuelven al enclave habitado más al norte de todo el planeta para estudiar el papel del fitoplancton y las macroalgas en los nutrientes de las aguas árticas

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

El archipiélago de Svalbard, en el Ártico, se ha convertido en la base científica de los siete investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) en una nueva expedición, de casi cuatro meses de duración. 

No es la primera vez que científicos malagueños viajan al Ártico para estudiar el comportamiento de los bosques de algas bajo los hielos polares

Svalbard es el enclave habitado más al norte de todo el planeta:" Estamos en el lugar más al norte de todo el planeta, donde hay población permanente. Puede haber alrededor de 30 personas, no es un pueblo, pero hay bases científicas con aparatos científicos que requieren de mantenimiento. Más al norte de aquí no hay nada. Solo océano y hielo hasta el Polo Norte", cuenta Carlos Smerdou, investigador del grupo de Ecofisiología de Sistemas Acuáticos. 

Estos investigadores malagueños tienen como objetivo estudiar el papel del fitoplancton y las macroalgas  en los nutrientes de las aguas árticas: "En el Ártico no hay árboles, solo zonas con plantas pequeñas. Esta es la única vegetación que aparece cuando se derrite la nieve. Unas plantas de las cuales se alimentan los renos", dice. 

Los expertos definen este ecosistema como "permafrost" que hace referencia a la capa de suelo permanentemente congelado: "El suelo está congelado, por lo que las plantas no tienen raíces profundas. En el Ártico y la Antártida todo el ecosistema depende del medio acuático. Las pocas plantas que hay mantienen a los renos, peces, ballenas, focas u osas polares", explica el investigador malagueño. 

El fitoplancton es uno de los productores primarios del mar, por ello, el papel de este y de las macroalgas son claves en las aguas árticas: "Es como echar fertilizante a las plantas, tenemos una sopa de microalgas. Sabemos que el nitrógeno no dispara ese crecimiento. Queremos ver cómo va cambiando, cuál es su consumo de nutrientes, si las comunidades de fitoplancton van cambiando y ver un poco la productividad del sistema ártico", asegura Smerdou.

La fecha de investigación también es fundamental: "En el Ártico solo hay nitrógeno en primavera, en el resto del año el agua es pobre en nutrientes. Estudiamos lo que hacen ahora porque el resto del año no hay", indica. 

Smerdou estará investigando en el Ártico durante más de tres meses y medio. La vuelta está prevista para el 30 de junio.

Cambio climático en el Ártico

Glaciares en proceso de desaparición, cambios en la temperatura del agua y en los termómetros son algunas de las consecuencias del cambio climático. 

El Ártico se calienta casi cuatro veces más rápido que el resto del mundo, según un estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment: «Aquí es todo mucho más rápido», afirma Carlos Smerdou. 

Durante las más de dos décadas, que lleva Smerdou viajando al Ártico, ha sido testigo del deshielo a pasos agigantados de esta región: "Hay glaciares que llevo viendo 20 años que han retrocedido 600 metros e incluso kilómetros en algunos casos. Ahora llueve aquí, cuando nunca llovía, solo nevaba", recuerda.

En los últimos años, la temperatura del agua ha aumentado casi tres grados y medio: «Esto  pone en peligro especies que son de agua».

La temperatura del aire también se ha incrementado: "Antes no pasaba de 2 grados y hay días en los que se ha llegado a los 8 grados", subraya Smerdou. 

El cambio climático hace que desaparezcan plantas autóctonas y aparecen nuevas: "Se han encontrado 19 especies de algas que no existían hace 20 años. Pasa lo mismo con la fauna, va llegando especies acuáticas que son de más al sur".

Todo lo que sucede en esta región está relacionado con la situación climatológica del resto de Europa: "No es casualidad que no llueva y las altas temperaturas. La descongelación del Ártico implica aumento del nivel del mar, modifica el patrón de circulación del aire y del agua. Lo que supone pocas lluvias o que sean torrenciales cuando las hay", explica el investigador. 

Cómo es vivir en el Ártico

El medio de transporte desplazamiento de estos malagueños es a través de avión y  helicóptero en situaciones extremas 

Hacer la compra también es un hándicap. Los suministros vienen en barco cada seis semanas: "La comida fresca viene cada seis semanas, cuando viene el barco es una fiesta", bromea.