Emblemas y blasones malagueños

Blasón de Fray Juan Eulate Santa Cruz

Durante los diez años de su prelacía, el obispo Juan Eulate efectuó numerosos actos de caridad a favor de la población malagueña

Decoración del Instituto Gaona (Vicente Espinel)

Decoración del Instituto Gaona (Vicente Espinel) / Arciniega

Antonio Lara Villodres

Antonio Lara Villodres

El presente artículo desea mostrar, en una pocas líneas, la vida y vicisitudes de este obispo poco conocido y que a lo largo de sus diez años de mandato mostró una gran sensibilidad por las clases humildes y menesterosas de nuestra ciudad, a las que prestó una importante ayuda en momentos de catástrofes y por la que fue muy querido y respetado.

Fray Juan Eulate Santa Cruz, nació en Salvatierra (Álava) en 1684 y bautizado en Ecala (Navarra). Descendiente de una noble y antigua familia vasco navarra. Su padre se llamó Jerónimo Álvarez de Eulate Ruiz de Luzuriaga, miembro de la oligarquía alavesa y su madre, Josefa Díaz de San Cruz y Zumalburu, que también perteneció a una poderosa familia navarra. Sus abuelos paternos fueron Juan Álvarez de Eulate y Albizu, caballero de Santiago en 1641 y Catalina Ruiz de Luzuriaga González de Rosas, ambos de la misma localidad.

Sus primeros estudios lo llevó a cabo en el Colegio de san Ildefonso de Alcalá de Henares y en 1705 obtuvo la beca del colegio mayor de Santa Cruz en Valladolid, donde efectuó sus estudios superiores. A partir de aquel momento es requerido para ocupar diversos cargos, como el de visitador general del obispado de Valladolid, posteriormente provisor del obispado de Osma, en 1713.

Más tarde fue nombrado fiscal inquisidor de la ciudad de Valencia en 1715 y al siguiente año, inquisidor general de la Corte. Tiempo después, marchó a Granada, desde donde emprendió viaje a Madrid. En la corte de los Borbones dado su ya extenso curriculum, fue elegido para formar parte del Consejo de la Suprema Inquisición en 1741.

Tres años después, fue propuesto por el rey de Felipe V para que ocupara la silla episcopal malacitana. El 25 de marzo de 1745, el cabildo catedral malacitano recibió una carta del obispo electo, en la que anunciaba el envió de toda la documentación concerniente a su elección por S.M.

Actuaron como representantes el doctor Francisco de Aranda, chartre de la Catedral de Málaga y el arcediano de Vélez Málaga, Tomás de Till. El 27 de mayo es consagrado como obispo en Madrid y el día 18 de junio de 1745 fue recibido públicamente en el palacio episcopal con todo el boato del momento, con la asistencia de los principales representantes de la nobleza y cabildo.

Un año después de su entrada, el 5 de julio de 1746, concedió licencia para fundar la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, de gran devoción en la pequeña localidad de Churriana.

Preocupado desde su toma de posesión por los largos parones sufridos en las obras de la Catedral llevó a cabo en agosto de 1749, una importante aportación económica de veinte mil reales, para que continuasen.

Durante los diez años de su prelacía, el obispo Juan Eulate efectuó numerosos actos de caridad a favor de la población malagueña, así como su gran aportación en ayuda y obras a sus parroquias, como la magnifica rehabilitación de la iglesia de Santiago de Málaga, en la que se llevo a cabo una gran labor artística basada en una exuberante decoración en yeso, conjuntamente con una iconografía sobre el patrón Santiago, emblemas marianos y símbolos eucarísticos, proyecto de Felipe de Unzurrúnzaga, ejecutado por los mejores artistas del momento, finalizados hacia 1754. Lo prueba, el magnífico escudo episcopal policromo que se encuentra en la clave del arco triunfal de la propia iglesia.

Si intensa labor hacia los menesterosos se pudo evidenciar un año más tarde, en la epidemia de 1750 y 1751, en los que Málaga sufrió lo indecible, con más de seis mil víctimas y la posterior hambruna. Pero dada la situación, el obispo decidió socorrerles vendiendo sus coches de caballos, todas sus alhajas y demás efectos litúrgicos personales; también libró 3.000 reales cada mes para ayudar a la manutención y vestidos de unos 200 feligreses pobres en el local que se abrió en el Convento de San Francisco.

Y atendiendo a sugerencias del rey Fernando VI, inició la construcción de un hospicio en las cercanías del Convento de la Trinidad, en junio de 1751 en el cual, pudieran ser atendidos todos los afectados y para financiar tamaña obra, vendió parte de sus bienes que se encontraban en la capital del reino.

Igualmente tuvo la iniciativa de animar a la Junta del Monte de Piedad para que se encargara de establecer hospitales en la ciudad, con la idea de favorecer y dar cobijo a tantos pobres y forasteros que frecuentaban una ciudad tan empobrecida por aquellos días, por las malas cosechas y con tan enorme problema de salubridad.

Como prelado de una diócesis problemática, el obispo publicó un gran número de edictos y pastorales que acreditaban su gran celo religioso y actividad pro obras de su diócesis. Aprobó las Constituciones del beaterio de la ciudad, e influyó cerca de los frailes de San Juan de Dios, para que destruyesen el corral de comedias y aumentaran las salas del Hospital

Según el historiador padre Llordén, el obispo Juan Eulate en su generosidad regaló a la comunidad de padres de San Felipe Neri 74.000 ducados para que fueran empleados en las obras de la propia iglesia y habitaciones personales.

Blasón de Fray Juan Eulate Santa Cruz

Blasón de Fray Juan Eulate Santa Cruz / A. V.

Evidentemente la comunidad filipense, agradecida por aquel gesto de ayuda y protección, tuvo la iniciativa de colocar el escudo de Armas en piedra del prelado, en el patio del antiguo palacio del conde Buenavista, sede conventual de aquella congregación religiosa.

Así mismo, como agradecimiento a la localidad de Coín, por sus años de acogida en el palacio de verano, el obispo donó de su peculio particular una fuente que fue instalada en la llamada plaza Alta-baja y el púlpito en mármol sanguino para su iglesia mayor de San Juan, de aquella localidad.

El 16 de septiembre de 1755, a las 11.30 de la mañana falleció el obispo en Coín, víctima de una erisipela aguda y llagas en sus piernas, en su residencia-palacio y dos días después sus restos fueron llevados a la Catedral donde fue enterrado en la cripta de la capilla de Santo Cristo, donde a lo largo de varios días, se celebraron sus exequias.

Descripción

Escudo cuartelado: 1º, de azur, dos lobos de oro,membrados de gules y puestos en palo; bordura de gules con ocho aspas de oro, por Álvarez de Eulate. 2º, de gules, una cruz flordelisada y hueca, de oro, siniestrada de un león rampante de lo mismo; bordura de gules cargada con ocho serpientes de oro, por Santa Cruz. 3º, de gules, un castillo de oro, de cuya torre del homenaje sale una bandera blanca con un aspa de púrpura, acompañado de cinco cruces paté de plata dos a la izquierda y tres a su derecha; en punta, dos lebreles de plata, sentados y encadenados; bordura de gules,cargada de once flores de trébol de cuatro hojas de oro, y 4º, cuartelado: 1º, y 4º, de gules dos bandas de plata filiteada de oro, y 2º y 3º, de azur, una estrella de plata de ocho puntas; bordura de gules cargada de diez flores de trébol de cuatro hojas de oro, por Zumalburu.

Al timbre, lleva la mitra, símbolo de su dignidad episcopal.

Bajo el escudo episcopal, se encuentra una cartela de mármol blanco, con la siguiente frase en latín: «PRIMA SAPIENTIA EST VITA LAUDABILIS»: «La primera sabiduría es una vida digna de alabanzas».

Localización

Patio del Instituto de Gaona, antiguo palacio y sede de la congregación Filipenses de Málaga.