Autocrítica y reflexión. Esos son los pasos a seguir para amortiguar el golpe contra Osasuna del pasado viernes noche, que ha caído como un jarro de agua fría en el malaguismo. Los propios jugadores blanquiazules y el cuerpo técnico del Málaga CF no han tardado en entonar el «mea culpa» asumiendo todos los errores de la derrota ante los navarros. El primer paso para levantarse.

La noche del viernes y la jornada de ayer fueron duras. Pese a que el equipo se ejercitó pronto en una sesión de recuperación, las voces disconformes aún resonaban en el vestuario blanquiazul. Y es que pocos esperaban una derrota contra los rojillos. Una resultado adverso que fue la culminación de un mal partido.

La plantilla no puso paños calientes a la derrota. El juego, la falta de intensidad, la desconcentración o el exceso de confianza fueron algunos de los motivos y las argumentaciones de la derrota. Además del propio Schuster, que también miró de reojo al árbitro por el penalti que Gil Manzano no señaló por manos de Oier en el último minuto, pasaron por zona mixta varios jugadores para mostrar su disgusto por la derrota.

«Nos superó bastante Osasuna y no hemos estado bien en defensa, dejamos muchos espacios», argumentó el técnico en sala de prensa. Y es que el Málaga rebajó su intensidad notablemente con respecto a otros partidos.

La derrota del pasado viernes truncó una racha de cinco partidos sin perder, aunque eleva ahora a dos los duelos sin conocer la victoria. Además, con la visita al Bernabéu en la próxima jornada, dentro de dos fines de semana, las opciones de acabar con la sequía de victorias se complica.

Uno de los más críticos el viernes noche fue Francisco Portillo. Pese a que el canterano asegura que no es un líder, su mensaje comienza a tener calado. El paleño se expresó a través de su cuenta de twitter. «Derrota dura hoy, no hemos hecho méritos para ganar, ahora toca agachar la cabeza y trabajar, tenemos que mejorar mucho y hacer autocrítica. No se acaba el mundo y tenemos que levantarnos, ni antes éramos los mejores ni ahora somos los peores, gracias a todos!», decía con sinceridad el «8» malaguista, que tampoco tuvo un buen partido.

«Estuvimos algo flojos y faltos de intensidad en el principio, luego ya nos costó mucho recuperarnos. Quizás nos faltó algo de paciencia. Lo intentamos mucho por el medio ante una defensa muy cerrada. En los minutos finales estuvimos un poco más desesperados», apuntó con acierto Santa Cruz, que también fue crítico con el juego y la intensidad.

«Puede ser que nos faltase manejar el partido como lo manejamos contra el Almería. Sabemos que en la primera parte no salimos de la mejor manera. No podemos regalar minutos contra ningún equipo», dijo Tissone, que se ha convertido de un tiempo a esta parte en una voz autorizada del dentro del vestuario blanquiazul. Queda levantarse. Y el trabajo es el mejor camino.