Corren tiempos difíciles en La Rosaleda. Nada que ver con épocas pasadas en las que el fútbol y la ilusión iban cogidas de la mano cada vez que el conjunto blanquiazul se daba cita en Martiricos, en su templo junto a sus fieles. Los dos últimos resultados han hecho saltar todas las alarmas en el malaguismo ya que se ha profanado la casa blanquiazul con demasiada facilidad.

Este domingo, el Málaga vuelve a jugar en casa con el 0-5 del Celta del pasado sábado aún muy fresco en la memoria. Pese a que el malaguismo ya ha podido ver la reacción de sus jugadores en Cornellá, en La Rosaleda el ambiente aún está viciado. Lo bueno es que la próxima cita acogerá un derbi contra el Real Betis y la animación y expectación será máxima, como en las grandes citas.

Quiere el Málaga borrar de un plumazo las malas sensaciones que se viven en Martiricos estos días. El duelo contra Osasuna y contra el Celta ya forma parte del pasado y el objetivo es comenzar la remontada poniendo los cimientos en casa, con el calor de su afición y con una victoria tranquilizadora ante su público.

Los números, cierto es, no son del todo halagüeños cuando el equipo de Bernd Schuster juega como local. Hasta la fecha se han disputado cinco encuentros ligueros en casa con el balance de dos victorias -ante Rayo y Almería, los dos últimos clasificados de Primera- y tres derrotas -ante Barcelona, Osasuna y Celta-.

Salva la visita del Barcelona, los otros rivales son de la «Liga del Málaga», equipos que viven en la zona baja de la tabla y que les cuesta un mundo puntuar lejos de su feudo.

Las dos últimas jornadas como local han dejado al equipo malaguista en una situación delicada ya que a las dos derrotas hay que sumarle un balance negativo de cero goles a favor y seis en contra.

La última vez que el Málaga perdió dos partidos seguidos en casa fue el curso pasado, cuando cayó contra Rayo y Real Sociedad en Martiricos en dos jornadas consecutivas. Sin embargo, a la siguiente ocasión goleó al Valencia con un contundente 4-0.

Para ver tres jornadas perdiendo hay que remontarse a la campaña 2010/11 en el inicio de la era Al-Thani y con Jesualdo Ferreira en el banquillo. El Málaga perdió sus cinco primeros partidos de Liga en casa, lo que le valió la destitución al técnico portugués. Al sexto, contra el Levante, llegó el primer triunfo casero.

Contra el Betis, el Málaga quiere recuperar la magia de La Rosaleda para comenzar a cimentar su remontada en la clasificación liguera.