­En la historia del Málaga, desde la refundación de la entidad en Club de Fútbol, no hay registros históricos de grandes gestas en la Copa del Rey, aspecto en el que el Athletic, club con una tradición copera sin parangón, supera a los malaguistas sin tapujos. Pero esta entidad sí sabe lo que es lograr hazañas en competición europea. Y son esas grandes gestas en el Viejo Continente en las que estos días se fija para conseguir el jueves su primer pase a las semifinales del torneo del K.O.

Y es que, pese a que el 0-0 de la ida en La Rosaleda no es un mal resultado para los intereses blanquiazules, los de Gracia quieren imitar las gestas que el Málaga consiguió en la Copa de la UEFA, al eliminar a domicilio a equipos como el Leeds United y el AEK de Atenas, y la del Panathinaikos en la previa de la Champions League.

Lo cierto es que las similitudes entre las rondas de dieciseisavos y octavos de final de la UEFA en la temporada 2002/03 y la de Copa del próximo jueves son claras. Ante el Leeds y AEK el Málaga tuvo que afrontar el partido de vuelta fuera de La Rosaleda y en ambos casos con 0-0 en la maleta, lo que les obligaba a marcar a domicilio.

Y así sucedió. Una vez que el Málaga accedió a la segunda competición continental a través de la ya desaparecida Intertoto y superó al Zeljejnicar y el Amica Wroncki antes de cruzarse con el Leeds United, un equipo que por entonces era de los más fuertes de la Premier League. Tras el empate sin goles en La Rosaleda, el Málaga viajó a Elland Road con ilusión y ganas de dar guerra y superó al conjunto inglés por 1-2. El panameño Dely Valdés adelantó al Málaga, Fowler empató para el Leeds y otra vez Dely, tras marcharse del defensa Woodgate, estableció el definitivo 1-2. El Málaga no solo tuvo que superar el ambiente infernal de un lleno Elland Road, sino que también se impuso ante la violencia ejercida por el equipo inglés durante los 90 minutos.

Tras eliminar al Leeds, en octavos de final el sorteo deparó al AEK de Atenas como rival. El equipo griego llegó a la UEFA tras caer eliminado de la Champions League, donde el Real Madrid no consiguió vencerle durante la fase de grupos. Una vez más el resultado de 0-0 obligaba al Málaga a salir a marcar en el infierno heleno del Mikos Gounas. El más difícil todavía. Y los de Peiró respondieron al envite con un solitario gol de Manu Sánchez que ya está grabado a fuego en la historia blanquiazul.

El equipo de los Zagorakis, Tsartas o Nikoailidis no pudo hacer nada ante la ambición malaguista y quedó apeado de la competición contra todo pronóstico. Pero hasta ahí duró la aventura del Málaga en aquella UEFA, ya que en cuartos el fútbol fue injusto con los blanquiazules y cayeron ante el Boavista en la tanda de penaltis.

La última gran gesta del Málaga en una eliminatoria a domicilio fue en la previa de la Champions frente al Panathinaikos. Los de Pellegrini fueron capaces de hacer valer el 2-0 de la ida en el OAKA con un empate sin goles y clasificarse por primera vez para una histórica Champions.

Tres partidos y tres gestas a la que el jueves puede unirse una nueva, la primera en la Copa del Rey y en otro escenario de campanillas, el majestuoso nuevo San Mamés.