¿Quién conforma el conglomerado chino que está detrás del Málaga CF? ¿Qué apuesta tienen? ¿Será el club mejor que lo es ahora? Son preguntas que tienen difícil respuesta hoy en día en la Costa del Sol por el recelo con el que se han llevado las conversaciones en las últimas fechas.

Las primeras noticias de que unos inversores chinos apostaban por el Málaga CF llegaron en forma de patrocinio allá por el mes de enero -resaca del duelo contra el Villarreal-. Ésa era la primera intención, la de ocupar el hueco que Unesco iba a dejar en la camiseta blanquiazul a partir de este verano. Sin embargo, poco a poco se han ido dejando ver en el palco de La Rosaleda, donde han sido bastante asiduos. Las negociaciones han subido de «tono» e incluso en el encuentro contra el Elche bajaron al césped al término del choque para fotografiarse y disfrutar del estadio ya vacío.

Marca desveló días después una primera oferta que rondaba los 70 millones de euros para comprar el club. Ahora ya alcanza los 80 millones y podría seguir subiendo si no hay un acuerdo inmediato.

La empresa intermediaria que lleva las negociaciones en España es Double-Edged Sports, con Wang Kangning como protagonista. Esta empresa, encargada de promover y gestionar todo tipo de eventos deportivos por todo el mundo, lleva meses en España buscando un club en el que comenzar su política de expansión. Se apunta a que representan a un conglomerado de empresas chinas -se vinculan con el textil y la construcción- e incluso en las últimas horas se ha centrado el foco en Michihiro Wuhan.

Todo obedecería a una política de expansión de China en el fútbol auspiciada por el gobierno del país. Los intentos fallidos por crecer en el deporte rey en los últimos años no han mermado las ansias del gigante asiático de aspirar a ser también una potencia mundial. Para ello buscan clubes extranjeros donde formar entrenadores y jugadores y así aumentar su competividad a largo plazo.

La apuesta en el Málaga CF también estaría por ver, pero en un principio se apunta a que se harían cargo de la deuda -ronda los 40 millones- y apostarían de manera sosegada en la economía del club. Lo suficiente para evitar la fuga de talentos -ventas de grandes estrellas-, aunque con una inversión más «lógica» que la de Al-Thani los primeros años de mandato. No en vano, la apuesta fuerte iría para La Academia, donde sí tienen pensado asumir la creación y fomentar su utilización. Ahí estaría la clave de su inversión.