Cristiano Ronaldo se llevó la ira e Isco los aplausos

­El público es sabio. La Rosaleda casi se llenó para ver el encuentro de su equipo frente al Real Madrid. Los de Zidane, con Isco y Cristiano Ronaldo en la delantera, tuvieron una atención diferente por parte de la grada. Los aficionados que se acercaron a Martiricos desplegaron un mosaico gigante de cartulinas blancas y azules y en el fondo de Malaka Hinchas se pudo ver una especie de coreografía con la frase «Pulmón malaguista», acompañada de confetti.

Cristiano Ronaldo y el árbitro del encuentro, Iglesias Villanueva, fueron las dos figuras más mencionadas por los espectadores, con mucha ironía. El portugués fue objeto de burla con un toque humorístico por los sectores más animosos de la Rosaleda, al grito de «Vende toallas, Cristiano vende toallas». Otro de los cánticos que animó a todo el estadio fue la imitación del gesto del madridista cada vez que este tocaba el balón, con el sonido del «buuuuuu».

El ambiente se calentó aún más cuando el árbitro favoreció en algunas acciones al conjunto madridista, mientras que en las gradas se escuchaba el clásico «Así, así, así gana el Madrid».

Lo que sí está claro es que los aficionados ya están de los grandes, de esta forma uno de los fondos expresó su pensamiento con el siguiente cántico: «Estamos hasta los huevos del Barça y el Madrid». Con el gol del empate de Raúl Albentosa vibraron los cimientos del estadio malaguista, bendita locura. La afición no paró de animar hasta el pitido final.

Por su parte, el exmalaguista Isco se retiró mediada la segunda mitad y se llevó la ovación más sonora. El público no olvida a uno de sus exjugadores más querido. Los aficionados malaguistas despidieron a sus jugadores con un mar de aplausos y cantaron el himno al final del encuentro a capela, además del cántico hacia el rival al son de: «Adiós a la Liga, adiós».