Una vez que el mercado de fichajes echó el cierre a las 00.00 horas del pasado jueves, toca analizar cómo ha quedado confeccionada la plantilla malaguista 2016/17, con la que Juande Ramos, nuevo técnico blanquiazul, pretende devolver a la entidad de Martiricos a competición europea. Casi nada.

Lo cierto es que, si se hace una primera visión del equipo, el objetivo, aunque ambicioso, es factible. Hace cuatro temporadas que el Málaga no realiza una inversión tan importante en fichajes, cuenta en el banquillo con un entrenador de prestigio y mantiene la columna vertebral de la temporada pasada. Es cierto que la clase media de Primera División sigue muy pareja. Todos los equipos han invertido bien gracias al nuevo reparto televisivo, por lo que la competencia va a ser feroz.

En ese sentido, el Málaga, sin tener una capacidad económica tan amplia como los «grandes» y un límite salarial bajo, ha confeccionado una plantilla que, por nombres, debe subir un peldaño respecto a cursos pasados. El discurso por Martiricos ha cambiado. El objetivo ha pasado de ser la permanencia a luchar por Europa, lo que ha hecho que la afición vuelva a ilusionarse con el equipo. Las presentaciones de Keko, Jony, Sandro o Llorente durante este verano son un claro ejemplo de que la marea blanquiazul está encandilada con el equipo.

El conjunto blanquiazul ha conseguido mantener el bloque del pasado curso. De los jugadores que se han marchado, sólo chirría la no continuidad de Albentosa, con el que finalmente no se contó en verano. El resto, todos jugadores que no contaban y que su aportación al equipo era escasa -Espinho, Cifu o Tighadouini-.

Y es que, nada tiene que ver este verano en cuanto a salidas con el anterior. El Málaga no ha ingresado un euro en fichajes, aunque sí ha liberado masa salarial con la salida de «Tigha» o Guillermo Ochoa, además de liberar una plaza de extracomunitario con la cesión del mexicano. En cambio, ha conseguido mantener en el plantel a Ignacio Camacho, su jugador franquicia. Es cierto que el maño tuvo pie y medio en el WBA inglés, pero el Málaga se mantuvo firme y no rebajó un euro a los 18 de su cláusula. Así, la continuidad del maño se presenta como uno de los mejores «fichajes» del verano.

Si analizamos la plantilla por puestos, en la portería Kameni sigue partiendo como titular, pero la llegada de Boyko, un guardameta avalado por el propio Juande, deja abierta la pugna por el puesto bajo palos.

En la zaga, Arnau ha optado por la contratación de Bakary Koné y Diego Llorente, que llega cedido del Real Madrid. De momento ambos futbolistas han dejado alguna duda, pero el margen de mejora es amplio. El eterno Weligton continúa una temporada más y si las lesiones se lo permiten acabará siendo fundamental en el eje de la zaga. Rosales seguirá siendo el dueño del carril diestro mientras que Ricca y Juankar pugnarán por el lateral zurdo. Miguel Torres seguirá siendo el comodín, mientras que Mikel Villanueva parte como cuarto central.

En el centro del campo, Camacho es indiscutible y Juande deberá elegir su acompañante. De momento ha optado por Recio, pero Pablo Fornals llama a la puerta con insistencia. El fichaje de Kuzmanovic se presenta como un sustituto de garantías salvo contratiempo del maño, mientras que Duda, con un rol más secundario, aportará experiencia.

En el ataque, las incorporaciones de dos extremos de inmensa calidad como Jony y Keko, además de Chory Castro, invitan al Málaga a jugar por las bandas. Juanpi Añor sigue creciendo y tanto si juega en la media punta que como si juega partiendo desde la derecha, es el cerebro de este equipo.

Arriba, Charles sigue siendo el hombre gol, Sandro ilusiona, Michael Santos no convence al técnico pese a que necesita tiempo de adaptación y En-Nesyri llama a la puerta con fuerza.