Míchel y Luis Enrique son viejos conocidos y su relación viene desde muchos años atrás. En la temporada 91-92 el Real Madrid ficha a un joven Luis Enrique, que había despuntado en el Sporting. Míchel ya era una institución en la casa blanca e hizo de cicerone del recién llegado, pero ambos compartieron vestuario hasta cinco temporadas. El técnico ha hecho referencia en sala de prensa a la relación que desde entonces tiene ambos exjugadores y ahora entrenadores.

"No me he mensajeado con él. Pero es buena relación porque llegó al Real Madrid joven. Mi relación con él no ha cambiado. Llegó muy joven, estuvo mucho tiempo en mi casa. Relación buena. Hemos tenido caminos separados por temas profesionales. Aunque seamos amigos ya sabe que le quiero ganar. Mis armas, las que tengo, son suficientes como para poder hacer frente a un equipo como el Barcelona", dijo el técnico malaguista.

El pasado blanco de Míchel y su eterna rivalidad con el Barcelona también ha sido cuestionado al entrenador ahora blanquiazul. "El Madrid se va a arreglar solo para ganar la Liga. El que tiene que hornear el pan soy yo en el Málaga. No creo que Zidane piense en el Málaga para darse alegrías porque ya se las da con el Real Madrid".

Sobre el conjunto azulgrana y sus bajas, Míchel no cree que cambie demasiado. "Las bajas que tiene el Barça no le impiden jugar con ese sistema. El Barcelona tiene tan buenos jugadores que es mucho más fácil fijarte en las situaciones del equipo. Es más relativo. El Barcelona con Luis Enrique está siempre en la búsqueda de soluciones".

Por último, el entrenador madrileño tiene una negativa estadística en sus enfrentamientos como entrenador contra el FC Barcelona, donde no ha ganado ningún encuentro. El técnico bromeó sobre ello. "Es una estadística un poco cachonda. La diferencia con los equipos que uno entrena contra los que juega el Barcelona es complicada", dice Míchel sobre los seis enfrentamientos contra los azulgrana y donde todos han sido derrotas.