Se avecina otra batalla grande para el malaguismo, de suma importancia y con una trascendencia primordial en el futuro del Málaga CF. Aunque parezcan que los tintes bélicos son exagerados, la afición ya se ha puesto manos a la obra, se ha untado las pinturas de guerra en la cara y afronta el partido de este domingo motivada y con optimismo.

Y es que la última vez que el Málaga jugó en La Rosaleda, el clímax alcanzado hizo pensar que todo era posible bajo el manto de una grada entregada por la causa. Es por ello que ante el Deportivo, en el estreno del horario matinal, el malaguismo sólo piense en la victoria si enfila el mismo camino que ante el Celta.

La maquinaria para hacer de La Rosaleda una olla a presión ya se ha puesto en marcha y se espera una respuesta masiva para la cita, que será a las 12.00 horas del mediodía. Pero para ello se han puesto en marcha varias medidas al respecto. Una de ellas es que se ha promovido un ´bufandeo´ previo al arranque del partido. La afición está citada este domingo a partir de las 11.00 horas en el interior del estadio para comenzar a ´calentar´ el partido. La idea es que La Rosaleda se llene antes de que los jugadores salten al terreno de juego para crear una atmósfera de partido importante. De manera paralela, el club ha puesto en marcha una promoción de 2x3 en bufandas.

Además, se repartirán globos en la entrada al estadio para continuar con la posible ´fiesta´ malaguista. Se espera mucha afluencia de aficionados ya que el horario es casi inmejorable para registrar una gran entrada en Martiricos.

La Grada de Animación también ha promovido un pequeño homenaje al malogrado Chiquito de La Calzada previo al arranque del partido.

No está previsto un masivo recibimiento al equipo a su llegada al estadio, aunque quedará retrasado para hacerlo una vez que salten al terreno de juego.

Anoche, al cierre de esta edición, aún restaban algo menos de 1.800 entradas a la venta para completar el aforo del estadio, pero se espera que no haya fugas de abonados, que ya superan los 25.000. Cualquier ayuda es poca para afrontar un partido que tiene una gran trascendencia para el conjunto blanquiazul, ya que no conseguir la victoria, el conjunto de Míchel quedaría muy tocado.

El último partido en casa, contra el Celta, el Málaga consiguió levantar la cabeza. Y cosechar tres puntos más pueden ser el primer paso hacia la recuperación.