El Málaga CF ya juega sus bazas de cara al próximo proyecto en Segunda División, una planificación que se antoja complicadísima y enrevesada donde el club deberá hilar muy fino si quiere ser competitivo en una categoría tan complicada como la Liga 1,2,3. En ese sentido, el Málaga solicitará el fondo de compensación que concede LaLiga por descenso (20 millones de euros) en un solo pago íntegro de cara la próxima temporada. Y es que, el ente que preside Javier Tebas da la opción de prorratearlo en dos cobros durante dos temporadas.

En el club consideran que la precaria situación económica que atraviesan las arcas de la entidad, desatendidas por su propietario, y los condicionantes financieros que envuelven al primer equipo de cara al próximo curso obligan a contar con esos 20 kilos de una tacada.

El verano se antoja complicado en cuanto a la planificación de la plantilla por los elevados sueldos y las altas amortizaciones por fichajes a las que aún tiene que hacer frente la entidad, heredadas de operaciones de un pasado reciente y que lastran al club económicamente.

Malas operaciones pasadas

En ese sentido, las grandes inversiones realizadas por jugadores como Keko Gontán, Michael Santos, Fede Ricca, Esteban Rolón o Emanuel Cecchini, que a la postre han resultado ser un fracaso deportivo y económico, condicionan el futuro próximo en Segunda. Fuentes consultadas por este periódico tasan estas amortizaciones por fichajes en unos 9 millones de euros, que el Málaga debe ir asumiendo en diferentes pagos y plazos. Una situación que ahoga y que limitará la capacidad de movimientos a la hora de reforzar al equipo.

Y es que, el Málaga manejará un presupuesto de unos 20 millones para el plantel del próximo curso. Un límite salarial que con la actual plantilla tiene más que cubierto y con dichas amortizaciones lo supera con creces.

Lo cierto es que solicitar el cobro de los 20 millones de euros (lo que le corresponde al Málaga) en un solo pago entraña sus riesgos. Y es que, en el caso de que el Málaga no ascienda al primer intento, lo que puede suceder ya que la Segunda División es una categoría impredecible, puede acarrear problemas económicos serios a la entidad.

En ese sentido, otros clubes han preferido prorratear ese cobro en dos años e incluso algunos, como el caso del Elche en su día, solicitar anticipos para atender las obligaciones de pago con la plantilla, siempre que se esté al corriente con Hacienda, Seguridad Social y el resto de clubes.

Pero el Málaga, ante las vicisitudes que acarrea la planificación deportiva, prefiere jugárselo todo a una carta para tratar de contar con el mayor margen posible para fichar en el complicado mercado de Segunda División.

Y es que en Martiricos, a día de hoy, las cuentas no salen. El club tendrá que sacar la tijera a pasear ya que la caída en ingresos al consumarse el descenso es muy elevada. En ese sentido, el Málaga dejará de recibir los 55 millones de euros por las televisiones que adquirió esta temporada. Para el año que viene, y siendo uno de los clubes que más percibirá en Segunda, su contrato televisivos oscilará entre los 8 y los 10 millones de euros.

Es cierto que el club se ha ido blindando y el grueso de la plantilla, salvo los uruguayos y Juanpi Añor, tienen en contrato una bajada de sueldo del 50 % en el caso de descenso. Una partida importante la que se ahorrará el Málaga,pero insuficiente con los números en la mano para afrontar con todas las garantías el asalto el año que viene al ascenso a Primera División.