La llegada de un entrenador nuevo en cualquier equipo es siempre sinónimo de aire fresco, de cambios y hasta de revolución. Un giro en el día a día para dar con la tecla de la rehabilitación, ya sea mental, física o meramente resultadista. El desembarco de Víctor Sánchez del Amo en el Málaga CF busca ese chispazo para cambiar la dinámica. Un Big Bang blanquiazul en el que se han puesto todas las esperanzas para acabar la temporada en Primera División.

Y la duda, tras tres entrenamientos del técnico madrileño al frente del equipo, ya ha saltado a la palestra. ¿Habrá continuismo con lo heredado de Muñiz o habrá que esperar una revolución en toda regla?

Posiblemente Víctor ponga sobre el verde del Estadio Santo Domingo un termino medio. Y es que no hay que olvidar que la herencia de Muñiz es un equipo que está en play off, pero también en caída libre, por lo que quizás no sea necesario arrasar con todo ni tampoco dejarlo como estaba.

Es indudable que habrá cambios en el once. Su primer test será con el Alcorcón mañana viernes (21.00 horas). Pero la verdad es que Víctor tiene poco margen de maniobra y mucho menos de error. Con sólo ocho jornadas por delante -siete partidos, ya que el día del Reus es victoria ya asegurada-, Víctor deberá hacer movimientos certeros, con pocos experimentos por delante.

Y lo cierto es que hay un nutrido grupo de jugadores que están muy arraigados al once y que posiblemente ni siquiera tengan sustitutos claros en el equipo. Y otra opción es que modifique el sistema, ya que en anteriores equipos ha llegado a jugar con tres centrales y dos carrileros, lo que abriría otro escenario bien diferente.

Hay jugadores como Blanco Leschuk, N’Diaye, Luis Hernández, Pau Torres, Ricca o Adrián que no tienen recambios claros o que sus sustitutos están muy por debajo del nivel esperado. Son, posiblemente, el núcleo duro del Málaga CF esta temporada y que han venido jugando de manera regular en el equipo.

Es posible que Víctor «toque» a alguno de ellos, pero no todos verán con sus huesos en el banquillo o la grada. Porque la zaga, más allá de lesiones o de sanciones, es la línea más fiable del equipo. Posiblemente muchos crean que no debería tocarse ni un ápice esa parcela, ya que el si algo funcionaba en el Málaga CF de Muñiz era el entramado defensivo, lo que le ha permitido hasta la fecha ser el segundo menos goleado de la categoría con 26 tantos en contra. Es posible que ahí toque pocas piezas.

En el centro del campo, N’Diaye está llamado a ser uno de los referentes. Y debe Víctor apostar por recuperar su mejor versión más que castigarlo y marginarlo. Su compañero en el mediocentro sí genera más debate. Y por ahí pueden llegar los primeros cambios.

Los extremos han sido propensos a sufrir muchos cambios este curso, pero son una de las posiciones que no han funcionado esta temporada, con sólo un par de goles en sus cuentas y no muchas asistencias.

Y el ataque también cuenta con un reducido grupo de actores como para hacer una revolución. Blanco Leschuk, que es a la postre el máximo goleador blanquiazul, está varios peldaños por encima de Seleznov. Harper tampoco está desde hace semanas. Y Adrián, pues pese a que no termina de emerger en los últimos partidos, tiene gol en sus botas.

¿Cambio en la portería?

Mención a parte requiere la portería, ya que en las últimas semanas ha generado algún debate por el rendimiento de Munir y también por la buena puesta en escena de Kieszek cuando jugó, ante el Nástic.

Además, en caso de que el Málaga CF finalmente se cuele en el play off de ascenso es muy probable que Munir no pueda ser de la partida al tener que jugar la Copa África y aprovechando el cambio de técnico podría darse también el cambio en la portería.

El guardameta polaco ha demostrado ser de garantías, por lo que aparentemente no sería tan drástico como parece. En cualquier caso, Víctor ofrecerá hoy la convocatoria y ya dejará algunas pistas de lo que puede ser el nuevo Málaga CF.