La Rosaleda se prepara para otra de sus grandes noches. El Málaga CF ya ha conseguido enormes gestas en su feudo como la que espera vivir hoy a partir de las 21.00 horas. El ascenso a Segunda frente al Terrassa, a Primera frente a Albacete o Tenerife o las mágicas noches de Champions están en la retina de todo un malaguismo que espera volver a estallar de júbilo al término del choque con otra memorable actuación en casa.

Porque pocos estadios en el mundo pueden presumir de continuar invictos en competiciones europeas tras 14 partidos disputados, porque el conjunto blanquiazul ya ha logrado hazañas similares en Martiricos, porque la afición cree, porque el entrenador cree, porque los jugadores y hasta el último trabajador del club creen. Por todo ello, remontarle el 4-2 de la ida al Deportivo de la Coruña es posible.

Y es que la afición prepara una auténtica caldera para convertir la ilusión en realidad. Hoy no serán 300 espartanos buscando el milagro en la Batalla de las Termópilas, hoy habrá 30.000 guerreros en las gradas de Martiricos impulsando a sus jugadores a lograr la clasificación en la más importante de las contiendas de los últimos años. La hinchada cumplirá desde la horas previas hasta dar su último aliento, seguro, y a eso se tendrá que sumar un partido excelso de los de Víctor Sánchez del Amo para completar la machada y acceder a la final del play off de ascenso a LaLiga Santander por la puerta grande.

El ambiente y la mística que envuelve al feudo malaguista en estas grandes noches estará presente una vez más. Las entradas están agotadas desde el miércoles, desde incluso antes de disputarse el partido de ida, y eso se convertirá en un plus añadido para los jugadores blanquiazules en su intento de remontar dos goles de desventaja a los gallegos. No será fácil, pero los ingredientes necesarios para conseguirlo están ya sobre la mesa.

El Málaga CF demostró en el encuentro de ida en Riazor que es capaz de hacer mucho daño al Dépor y que con su mejor versión es superior a su rival. Después de llegar venciendo por 1-2 al descanso tras una primera parte muy buena y con un Ontiveros inspirado, jugador que hoy tiene que volver a marcar las diferencias, acabó desplomándose hasta el 4-2 final. En la segunda parte en Riazor, el equipo vivió sus peores momentos con el técnico madrileño en el banquillo. De hecho, en toda la temporada nunca había recibido cuatro goles en un mismo choque. Pero eso ya es pasado. Si los de Víctor están como en los 45 minutos iniciales, dominadores y valientes, el primer paso ya estará dado.

El conjunto malagueño necesita ganar por dos o más goles de diferencia para dar la vuelta a esta eliminatoria de semifinales del play off. Tras el resultado de la ida, un 2-0 o un 3-1 serían suficientes para que el Málaga se llevase el gato al agua y esperara rival en la final. Por tanto, el partido de los blanquiazules debe ser casi perfecto para vivir otra noche memorable en Martiricos. Difícil, pero no imposible.

Las buenas noticias para el malaguismo ya empezaron ayer con la inclusión en la convocatoria (de toda la plantilla) de jugadores importantes como Juankar, Cifu o Pau Torres, ya recuperados para aportar su granito de arena esta noche. Ambos laterales serán de gran utilidad a lo largo del partido para desbordar por banda debido a su potencial ofensivo. La otra novedad de Víctor puede ser la inclusión de Koné por Boulahroud y juntar al costamarfileño en punta de lanza con Blanco Leschuk. En el Dépor también puede haber variaciones. Quique y Eneko Bóveda están recuperados y podrían ser de la partida en La Rosaleda.

Con todo esto, con afición y plantilla unidas de la mano y creyendo en la remontada, solo falta que la suerte acompañe para que el equipo costasoleño brinde a su gente otro encuentro de los que recordar durante muchos años. ¡Hazlo, Málaga!