No ha sido una semana fácil para el malaguismo. La Policía se tiró el miércoles entero en las oficinas de La Rosaleda buscando no se sabe qué, pero seguro que nada bueno. Javier Tebas hizo unas declaraciones hablando sobre el futuro del club diciendo que si no hay novedad, el Málaga CF tiene dinero solo para pagar las nóminas hasta marzo. Se ha sabido también que, salvo nueva orden, el club no podrá hacer fichajes tampoco en el próximo mercado veraniego. Y para rizar el rizo, el director general, Richard Shaheen mandó una misiva de tufillo mafioso al periódico Málaga Hoy instándoles a que escriban que todo es «chachi piruli» en Martiricos porque si no, el gurú norteamericano no dejará entrar a los compañeros en un estadio que, no lo olvidemos, es propiedad del Ayuntamiento, la Junta, la Diputación... y por supuesto toda la familia malaguista.

Pues en medio de semejante disloque, la gran noticia es que, afortunadamente, de nuevo toma todo el protagonismo lo estrictamente deportivo. El fútbol. Lo realmente importante. Lo que une a una afición cansada de problemas y con ganas de disfrutar de su equipo.

El Málaga CF de Sergio Pellicer llega al partido de esta matinal dominical (12 horas) en una buena racha de resultados, tras 8 jornadas sin perder, las seis últimas de Víctor Sánchez del Amo en el banquillo y las dos con el entrenador castellonense al frente de la nave albiceleste.

La mejor noticia en las horas previas es la recuperación de Adrián González, tras superar su lesión. El madrileño es una pieza clave esta temporada en el Málaga CF y su reaparición supone una alegría para un Pellicer que ha caído de pie en el equipo y que quiere seguir haciendo méritos para ganarse el puesto de aquí al final de la temporada. Parecía que también iba a llegar al partido Keidi Bare, pero al final el albanés no entró en la convocatoria, por lo que el centro del campo no será el presuntamente titular.

El equipo tiene hoy, desde luego, una gran ocasión de sumar tres puntos frente a un Mirandés que todavía está vivo en la Copa del Rey (jugará la próxima eliminatoria contra el Sevilla) y que jugará por primera vez en Martiricos en partido de Liga. Los burgaleses andan mejor en la tabla que el Málaga CF, pero es un equipo que fuera de Anduva le cuesta sumar, por lo que la ocasión parece perfecta esta vez para seguir creciendo en la clasificación.

Eso sí, el Málaga deberá estar más fino de lo que se ha mostrado este curso al amparo de su afición. Y es que el equipo albiceleste solo ha ganado tres partidos como local en lo que va de temporada, ante el Oviedo (2-1), Tenerife (2-0) y Ponferradina (1-0), un bagaje corto y escaso que es el que le obliga cada semana a luchar por mantener la categoría, único y principal objetivo de club a día de hoy.

Habrá que ver cómo responde La Rosaleda a la llamada de su equipo. Los últimos partidos se ha visto demasiado plástico en Martiricos. Esta vez la hora y el día parecen perfectos para que padres e hijos acudan juntos a animar a un Málaga CF que quiere escapar del pozo lo antes posible.