Trabajo, esfuerzo y humildad es la seña de identidad de Sergio Pellicer. El castellonense, hombre de la casa, ascendió al primer equipo tras la destitución de Víctor Sánchez del Amo. En cuestión de semanas, logró dar un giro a la plantilla y una mejor mentalidad fue igual a una mejora en el rendimiento deportivo. En estos complicados días, el técnico atiende a la llamada de La Opinión para analizar el presente del Málaga CF.

¿Qué tal está viviendo el confinamiento en casa?

Bueno, como todos, con lo que uno tiene, toca quedarnos en casa... Preocupado por lo que vemos y esperanzado porque esta situación y esta pandemia vaya remitiendo, que poco a poco vaya bajando el número de fallecidos y de contagios. Esto nos va a cambiar un poco la vida. Estamos trabajando desde casa, intentado estar informados e intentando no parar para tener la mente activa. Nosotros, desde nuestra parcela, no paramos, es como si tuviésemos en el estadio, estamos pendientes de los jugadores, del día a día y preparando posibles escenarios.

¿Está aprovechando estos días para hacer algo diferente?

Nosotros los entrenadores somos como depredadores, no paramos, hacemos trabajo de seguimiento, entrenamientos, análisis... Y la verdad es que te queda muy poco tiempo para estar con la familia. Ahora sí tenemos más tiempo para estar con ellos y aprovecho el tiempo para la lectura. Tengo una rutina diaria de trabajo aunque va cambiando porque siempre tenemos alguna reunión, por la mañana lo primero que hago es ver fútbol, analizar, por la tarde leo y por la noche intento abstraerme viendo alguna serie o película, eso antes no lo podía hacer. Es la única diferencia, por lo demás seguimos igual.

¿Cómo cree que le va a afectar el parón a su plantilla?

Veníamos de una racha era muy positiva menos el último partido que no tuvimos un resultado justo, pero el equipo estaba notando mucha mejoría. La incertidumbre es normal pero así estamos todos los equipos. Estamos preparando todos los escenarios pero sabemos perfectamente que a nivel físico el trabajo de casa no es igual. Es muy importante también el aspecto mental, por eso digo reiteradamente que en caso de que tengamos que volver a competir, que sería la mejor noticias para todos, partimos todos igual con la diferencia de los puntos que tenemos. A partir de ahí, no tiene nada que ver, no podemos hablar de rachas anteriores y empieza una liga nueva con todo nuevo porque es una situación única que nunca se ha vivido e influye el estrés emocional. Estar tanto tiempo en casa cala a nivel físico, a nivel técnico y táctico... Más a deportistas profesionales, a nivel individual y en un juego colectivo. Pero tengo mucha confianza por el grupo, que es un grupo maduro y que todo lo que ha vivido, ante cualquier presión ha competido al máximo.

¿Cuál es la forma más justa de acabar la temporada?

La situación es incontrolable y desde nuestra posición tenemos que usar bien las palabras para que no se malinterpreten. Creo que se tiene que acabar la competición, es lo más justo, pero cuando pase toda esta pesadilla y con garantías. Que haya fiabilidad. El fútbol es pasión, sentimiento y si la gente aún está en casa, ver a su equipo por la tele seguro que le sube el ánimo. Pero lo principal es la salud. Poder hablar ahora de lo que va a pasar... Tenemos que aprender, nadie podía pensar que sucediese una cosa así. En la sociedad, hay personas grandes que antes muchos veían como hormigas y ahora mismo esas personas son grandes porque nos están salvado. Para mí, lo más importante es que todo se solucione y que el fútbol reaparezca de la mejor forma posible para todos.

¿Cuál diría que es la clave de la buena racha que logró al llegar al primer equipo?

La mentalidad del equipo. Desde principio de temporada con Víctor a pesar de las adversidades el equipo estuvo compitiendo. A nivel mental es un equipo ganador, lo mejor ha sido abstraerse de lo que no es el fútbol, es lo que el equipo necesitaba, y que hubiese estabilidad ahí fuera. La victoria en Cádiz dio un aliciente a la situación, también con la calma externa que llegó. Pero la clave para mí ha sido centrarnos única y exclusivamente en el día a día, el entrenamiento, preparar los partidos y hablar de fútbol en el vestuario. Los protagonistas son los jugadores y ellos quieren sentirse cómodos. Eso es lo que hemos intentado trasladar.

¿Cómo ha vivido todo el tema extradeportivo? Desde el filial y ahora en la primera plantilla.

Conozco la casa desde hace mucho tiempo. Desde el filial se pasa viendo los partidos y trabajando con los chicos, intentado que mejoren a nivel individual y colectivo. Sabíamos que el filial era un equipo muy joven y lo mirábamos desde el tema mental, intentado abstraernos y pensando en el fútbol pero es complicado. Todos somos personas y todo lo de fuera nos llega. Una vez que llegué al primer equipo puedo decir sinceramente que lo primero que pensé es que la situación era incómoda, soy de la casa y no fue agradable porque se iba un compañero... En mi primera rueda de prensa di mi máximo apoyo a Víctor y su familia porque era una injusticia. Y me centré en la planificación de los entrenamientos y el partido que tenía, contra la Ponferradina. No pensé más allá. Eso ha sido, vivir el presente y abstraerme de lo mediático, sobre todo la llegada. No miraba redes sociales ni prensa, solo pensaba en la preparación de los entrenamientos. Y lo que uno transmite es lo que llega a los jugadores.

Por su buen hacer en el filial muchos ya pensaban en usted como primer técnico pero, ¿se esperaba ascender así?

No, la verdad. Cuando he estado entrenando siempre lo he hecho para mejorar la faceta en la que estaba. Estuve en juveniles, luego de ayudante en el primer equipo. Luego por circunstancias me tuve que ir del Málaga pero cuando volví, lo hice con enorme ilusión. Siempre trabajaba y si tenía que llegar la oportunidad llegaría, pero no hay que pensar en lo que venga en el futuro sino en el trabajo diario. Siempre he buscado mirar el presente y la verdad es que no me esperaba la situación en la que llegué al primer equipo.

¿Cómo ha aplicado sus conocimientos en la cantera para el primer equipo?

Está claro que cuando alguien conoce perfectamente lo que hay abajo tiene un conocimiento más amplio. Para mí fue muy importante el año y medio que estuve de segundo entrenador y de ayudante técnico en el primer equipo, conocí a buena parte de la plantilla y eso me hizo ver las diferencias en la transferencia de los jugadores de cantera cuando entrenan y compiten arriba. Eso me ha hecho mejorar y he intentado trasladar que esa gente joven, con esa diferencia que puede haber a nivel competitivo, intentar hacer un puzzle entre veterano y más jóvenes. Los jóvenes traen ilusión, vitalidad pero tienen que aprender de los veteranos y los veteranos son un grupo muy maduro y han visto que los jóvenes les pueden ayudar. Han visto que eso puede unir y uniendo todo somos más fuertes. Para mí es un orgullo que los jugadores de abajo puedan competir arriba pero no pueden tener una alfombra. El rendimiento se demuestra cada domingo y no hay diferencias entre canteranos y veteranos.

La situación del equipo ha obligado a echar mano del filial y los chicos han respondido y rendido a gran nivel, pero ¿cree que se les ha sometido a demasiada presión?

La gente joven, cuando sube al primer equipo, está para ayudar, aprender, seguir formándose y rendir. Darles mayor responsabilidad es malo, no es lo adecuado. La responsabilidad viene definida por jugar partidos y está claro que el rendimiento de los chicos ha sido muy difícil de encontrar en otra cantera. Eso es mérito de la gente joven y de los jugadores del primer equipo que están con ellos diariamente. El talento es importante, pero precedido de esfuerzo es mejor. Para mí lo más importante es que ayuden, pero la responsabilidad deben llegar con el tiempo.

Su contrato acaba en junio, pero se presupone que continuará en el club...

Me ciño al presente, ahora todo es una incertidumbre. Sería una ilusión, un sueño, me siento un privilegiado. Soy una persona que viene de abajo, que toda mi vida he intentado trabajar y hacer las cosas lo mejor posible. Pero si estoy será porque hemos cumplido los objetivos. Ahora pienso en seguir preparando todo en caso de que se pueda volver a entrenar y porque nos encontraremos en un escenario totalmente incontrolable para nosotros y para todos los demás.

Lo digo por la última llamada de atención de LaLiga al límite salarial del Málaga, el año que viene será más ajustado aún...

Ahora mismo hablar de hipotéticas situaciones creo que nos desgasta a mí y al grupo. Si empezamos a competir no podemos pensar en el año que viene, tenemos que pensar en el día a día. Luego está claro de todo lo que rodea lo externo, hay personas trabajando en ese escenario. Nosotros estamos trabajando en nuestra parcela, todo lo demás es distraernos. En el caso de competir, quedan 11 partidos y estamos en una batalla para cumplir cada uno los objetivos de la temporada, no sabemos qué va a pasar, tenemos que esperar y mantenernos al margen.

Por último... ¿Qué desea o anhela Pellicer en este momento?

Lo primero, que pase esto, darle ánimos a la gente que ha perdido un ser querido y lo está pasando mal. Esto no lo vamos a olvidar nunca. Espero que podamos aprender para que esta situación no vuelva a ocurrir aunque es difícil. Que valoremos los pequeños detalles, nos va a cambiar a todos los pensamientos y el día a día de estar con la gente querida, amigos, familia, seres queridos y disfrutar cuando tenemos salud. Que esto nos sirva para dar pasos hacia adelante en el futuro.