Poco a poco nos vamos acostumbrando a la extraña rutina de usar mascarillas, guantes, geles hidroalcohólicos... En el balompié, después de poco más de una semana, ya estamos habituados a ver a los jugadores de fútbol entrenar de manera solitaria, sin contacto, sin rondos, sin partidillos y sin bromas entre compañeros. Es aún más raro no ver esos amistosos piques en los entrenos del Málaga CF, una plantilla que pese a las nuevas incorporaciones y a los diferentes jugadores del filial que han subido al primer equipo en los últimos meses, siempre se ha definido como una piña, un conjunto muy familiar.

Desde que el sábado de la semana pasada se reanudara el trabajo en las instalaciones de Martiricos, hemos visto a jugadores, entrenador y otros miembros del cuerpo técnico desfilar por el césped ataviados de equipos de protección y respetando la distancia de seguridad social pautada por autoridades y entidades sanitarias. Tal y como ha marcado el protocolo, los jugadores se dividen en varios grupos y trabajan de forma aislada, repartidos entre el césped central de La Rosaleda y el Anexo. A recordar: solo puede haber un máximo de seis futbolistas en cada zona de juego, el material que utilizan es exclusivo para cada uno durante la sesión de trabajo, las áreas que ocupan están bien delimitadas y no pueden hacer uso de las zonas comunes como el vestuario, ni antes ni después de entrenar.

En cuanto al trabajo, como es normal, en todo momento debe ser, y es, supervisado por el míster Pellicer y los distintos miembros del cuerpo técnico como preparadores físicos y el readaptador Manu Gestoso, cuya labor en estos días se antoja determinante para evitar lesiones después de los días de «parón» en casa. Para ellos, esta nueva situación ha supuesto que el volumen de trabajo se duplique: lo que antes se saldaba en una única sesión matutina de todo el grupo ahora está partida entre la mañana y la tarde.

En los documentos gráficos que a diario comparte LaLiga para los medios de comunicación se puede comprobar la evolución del trabajo que el cuerpo técnico prepara para los jugadores del Málaga CF.

A lo largo de estos días ha primado el trabajo con balón, lo que más echaban de menos los futbolistas, el trabajo que menos podían realizar en sus casas y, a fin de cuentas, el más importante y que más se asemeja al trabajo del día de partido. La semana ha sido bastante intensa y, además, esto también se ha ido alternado con amplias carreras aprovechando la longitud de La Rosaleda acompañado de acciones en estático para reforzar la musculatura.

En la jornada de ayer, los jugadores realizaron varios ejercicios con el esférico como zigzag entre conos, conducciones entre barreras y práctica de puntería con porterías de tamaño reducido o lanzamiento de faltas con simulación de barrera.

Música, maestro

Además de los diferentes materiales con los que trabajan los malaguistas durante el entrenamiento, la megafonía de La Rosaleda también está cumpliendo una nueva función ahora que no hay partidos en los que cantar las alineaciones o celebrar los goles blanquiazules. En estos días, los altavoces de Martiricos se están aprovechando para poner música durante los entrenamientos, otra manera de motivar, entretener y animar a los futbolistas en esta puesta a punto antes de que regrese de manera oficial la recta oficial de la competición liguera 2019/2020.

Así lo han ido relatando varios futbolistas a lo largo de estos días. En la jornada de ayer, Diego González comentaba que con la música parecen estar trabajando en el gimnasio, misma opinión que hace unos días dejó el canterano Ismael Casas. No obstante, el gaditano destacó tener música de fondo también le sirve para motivarse. «Están siendo bastante cómodos los entrenos, están todos pendientes de nosotros para que preguntemos cualquier duda», comentaba en los canales oficiales de LaLiga. Reveló que sigue ejercitándose en casa, también hacemos cosas que son importantes para el trabajo».

Asimismo, y aunque sin fecha oficial, está previsto que en los próximos días tanto futbolistas como miembros del cuerpo técnico y otros trabajadores del club vuelvan a realizarse las pruebas del COVID-19. Esta es una de las varias de las medidas diseñadas por la patronal para asegurar la salud de todos los participantes activos del Málaga CF, que afortunadamente ya dieron negativo en los primeros test. Este control, y el de resto de equipos de Primera y Segunda División, es de grandísima relevancia para que Liga, Federación, Consejo Superior de Deportes y AFE, en otros entes, perfilen la fecha para el regreso definitivo de los campeonatos profesionales en España, estimada para finales de junio.