Han pasado más de tres meses desde la última vez que el Málaga recibió a un rival de LaLiga SmartBank en el césped de La Rosaleda. Ahora sí, el regreso del fútbol se puede contar por horas.

Una vez el Gobierno central, en coordinación con Sanidad y el Consejo Superior de Deportes, dieron luz verde a los entrenamientos con toda la plantilla, en el Málaga CF el ritmo de trabajo ha sido constante y las semanas intensas, el cuerpo técnico -con mención especial al readaptador Manu Gestoso- se han centrado en recuperar el tiempo perdido para afrontar de la mejor manera esta recta final del campeonato. Además, en varias declaraciones el míster Pellicer ha alabado el buen estado físico de sus jugadores tras la etapa de confinamiento.

No obstante, en cuanto se ha normalizado el ritmo de entrenamientos la enfermería blanquiazul ha tenido que lamentar varias bajas. Este problema se materializó el pasado sábado, cuando el técnico castellonense organizó un «partidillo» a modo de entrenamiento para simular el regreso de la competición que finalmente tuvo que concluir antes de lo previsto después de que cuatro jugadores manifestaran problemas físicos.

A lo largo de la semana, algunos de estos jugadores se han ido recuperando, son los casos de Sergio Buenacasa que carreaba una sobrecarga muscular y Tete Morente que arrastraba molestias de un esguince deltoideo previo. Dos efectivos profesionales más que el entrenador podrá convocar para el choque del viernes frente al Huesca. Por contra, Pellicer sigue sin poder contar con un total de seis jugadores, algunos profesionales y otros con ficha del filial.

La buena noticia en la sesión de ayer fue la reincorporación del centrocampista marroquí Boulahroud, que pudo trabajar con normalidad después de que una gastroenteritis que le haya tenido varios días alejado de las instalaciones de La Rosaleda.

En cuanto al resto de los futbolistas que están en la enfermería, algunos tienen más opciones de llegar a tiempo al partido del viernes que otros. Entre Luis Hernández, Pacheco, Aarón Ñíguez, Cristo, Ramón o Benkhemassa, solo Luis Hernández y Aarón podrían ser recuperables para el encuentro contra el Huesca. Si todo se mantiene según los plazos estipulados por el club, es probable que ambos jugadores puedan vestirse hoy mismo de corto para entrenar con normalidad con el resto de sus compañeros. Los cuatro jugadores restantes, salvo sorpresa, serán baja en el primer partido del Málaga CF tras el parón derivado por la crisis del coronavirus.

Este complicado panorama con lesionados, futbolistas del filial y una plantilla de solo 18 jugadores profesionales parece un patrón que se pueda repetir con facilidad en las semanas que quedan de competición. A sabiendas de la situación, el Málaga ya se anticipó y pidió a la Federación la eliminación de la restricción de canteranos en el once. Por ahora, y a tan solo 48 horas del partido frente al Huesca, el ente presidido por Luis Rubiales no ha dado una respuesta formal a la entidad de Martiricos. Esta medida sería de gran alivio para Pellicer a la hora de confeccionar las convocatorias y, además, supondría la recompensa al gran trabajo que están haciendo esta temporada los jóvenes de la cantera malaguista.

Prevención de lesiones

Para lidiar con las lesiones, otros equipos de la categoría de plata están empezando a trabajar con sus jugadores en la prevención de las mismas. Muchos expertos en medicina y fisioterapia llevan meses advirtiendo del riesgo al que se exponen los futbolistas tras semanas en las que su actividad se ha visto muy mermada. En el caso del Dépor, los servicios médicos del club han llegado a reunirse con los futbolistas del equipo para concienciarles sobre la importancia de «los pequeños detalles» a la hora de evitar dolencias musculares y posibles lesiones. Las exigencias del calendario hacen que todos los equipos de Primera y Segunda División vean aumentado su volumen de partidos en un espacio de tiempo mucho menor, algo que da mayor relevancia a estas charlas explicativas centradas en la prevención.