El cansancio ya hace mella en el Málaga CF y eso, sumado a los nervios de tener que pelear ante un rival a priori mejor que tú, fue un cóctel molotov en el último partido liguero. Pero a los de Pellicer no les queda otra que reponerse porque este fin de semana tendrán un duelo de características similares, e incluso peor. El próximo lunes, La Rosaleda recibirá a un Espanyol lanzado, en racha y que ocupa el primer puesto en la clasificación. Razón de más para atajar de raíz los errores cometidos en Son Moix y darles un giro de 180 grados.

En los últimos encuentros, el equipo ha experimentando un bajón en las líneas defensivas. El Mallorca había estudiado el 5-4-1 ideado por Pellicer, los laterales perdieron profundidad y verticalidad, dificultando la salida de balón y entorpeciendo a la postre las labores también en ataque. Y las rotaciones tampoco funcionaron.

Debate en portería

En lo que respecta estrictamente a la planificación deportiva, el Málaga este año ha ganado en portería y al menos puede contar con dos porteros profesionales con los que rotar y tener una plantilla algo más amplia, que nunca se sabe. Los guardametas de la cantera también siguen trabajando con el primer equipo, pero su protagonismo ha quedado en un segundo plano en comparación con el curso pasado.

Las comparaciones son siempre odiosas y tampoco es necesario examinar con lupa las actuaciones de Dani Barrio o Juan Soriano frente a las de Munir de temporadas anteriores. No obstante, hay cifras que hablan por sí solas: las del 4-0 en Vallecas y las del 3-1 de este jueves en Son Moix. Con 11 goles en contra, el Málaga está entre los cuatro equipos más goleados de la categoría en las nueve jornadas que llevamos. Ha encajado más goles que los cuatro equipos que cierran la clasificación en LaLiga SmartBank: Logroñés y Oviedo están con 10, por los nueve de Alcorcón y Sabadell.

La polémica está servida y después el partido frente al Mallorca, las redes sociales fueron testigo de mensajes pro y contra los dos guardametas de Martiricos. Pero lo cierto es que, además de haber llegado a un proyecto nuevo, que está empezando a despegar, Dani Barrio y Juan Soriano recalaron en Málaga desde dos contextos muy distintos: uno trae experiencia en el fútbol de barro y también en Segunda y otro llega desde un club laureado, destacando en sus categorías inferiores.

El cancerbero asturiano se ha curtido en Segunda y Segunda B en los últimos años. Sus buenas prestaciones y el trabajo que realizó en Melilla le valieron un ascenso personal al Numancia. En Soria, su balance fue de 42 partidos jugados y 53 tantos encajados. Cifras que siempre deben ser analizadas, ya que su efectividad en paradas también es destacable, así como su regularidad.

En esta posición también cuenta en gran medida el desarrollo del equipo en fase defensiva. Nadie olvida que una importante parte del trofeo Zamora de Munir de la pasada temporada estuvo en el muro defensivo que formaron aquellos jugadores. Y para muestra de una mala defensa, precisamente el encuentro ante el Mallorca fue prueba de ello. No obstante, la sensación fue que Soriano podría haber dado más en casi todas las intervenciones de los bermellones. Con solo cuatro tiros a puerta, batieron tres veces su red.

La experiencia del portero hispalense en la categoría de plata es mucho menor que la de Dani Barrio. Solo cuenta con 32 partidos disputados en el Sevilla Atlético en los que encajó 44 goles. En los tres partidos que lleva con el Málaga, suma otros cinco tantos recibidos.

Cuatro goles recibió Barrio en Vallecas y tres Soriano en Son Moix, con el asturiano bajo palos los blanquiazules han estado cuatro jornadas sin encajar gol rival... Pero son tantas las luces y sombras en portería vistas a lo largo de estas nueve fechas, que a Pellicer se le presenta otro rompecabezas que encajar en las próximas jornadas. Lo complicado de esta posición es que los minutos son determinantes para afianzar la confianza y la regularidad y el tiempo apremia, más aún cuando los resultados no son los mejores.